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100 emprendedoras se reúnen en una nueva feria y potencian la figura de la mujer indígena Emprendimiento

100 emprendedoras se reúnen en una nueva feria y potencian la figura de la mujer indígena

100 mujeres emprendedoras y de ascendencia indígena se reúnen cada año en la Expo Feria Mujeres Emprendedoras Indígenas. En esta ocasión se podrá ver el trabajo de estas mujeres del 5 al 7 de septiembre en la plaza de la constitución.


Aymaras, mapuches, rapa nui y diaguitas son parte de los grupos indígenas a los que pertenecen las mujeres que participan en la sexta edición de la Expo Feria Mujeres Emprendedores Indígenas. Este evento, organizado por la Corporación nacional de Desarrollo Indígenas (Conadi) junto al Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG), busca que las emprendedoras de todo el país puedan mostrar y comercializar sus productos.
«Para nosotros es el evento del año», comenta Cecilia Loncomilla, diseñadora de origen mapuche que participa de la feria.

Cecilia creció en el sur, en Puerto Montt, rodeada de sus raíces y de la cultura mapuche. «Yo vengo de una familia mapuche tradicional que maneja casi todas las técnicas ancestrales, eso es mi mayor legado. Siempre vi a mi madre, mi abuela y a mi bisabuela regar el campo, las vi en la playa como mapuche huilliche que soy. Quise fusionar todas las técnicas y conocimientos ancestrales con el diseño, que es lo que estudié», dice Loncomilla. Así fue como nació la marca Newen, que significa energía o fuerza en mapudungun, en la cual se ha dedicado al trabajo del cuero.

«El cuero de caballo es el animal más importante de la cosmovisión mapuche. Antes de los españoles no existían los caballos en la región. Cuando llegaron se pensaba que el caballo y el jinete eran una persona, que tenían un alma; con el tiempo se entendió que eran dos almas y dos entes que se podían matar o se podía tomar la fuerza de ambos. Por eso se cree que con la carne de caballo y su corazón se puede adquirir su energía», cuenta Locomilla.

LOF Emporio Mapuche es una tienda ubicada en el Patio Bellavista, y los productos de Cecilia y de otros emprendedores indígenas se pueden encontrar en la misma. «LOF significa comunidad, y hoy la tienda existe gracias a la Expo Feria Mujeres Emprendedoras Indígenas. Esta fue la instancia para conocernos, para conocer nuestro trabajo y para compartir, porque al ser todas del sur, pero vivir Santiago esto nos ayudó a sentirnos nuevamente en comunidad (…) aquí la persona viene y no solo conoce un producto, viene a conocer tu historia, puede conocer en qué te inspiraste, que es lo que significa la iconografía o la cosmovisión», dice Locomilla.

La transmisión de su cultura es uno de los puntos más importantes para las mujeres que participan de la feria en donde algunas se presentan con la ropa característica de cada una de sus culturas. Para Lizz Cayupil, es la transmisión de sus tradiciones y conocimiento en dónde está el valor agregado de sus productos. Lizz es la creadora de PewenChoc donde vende bombones de chocolate con extracto de hierbas tradicionales. Bombones de poleo y de eucalipto son algunos de los que ofrece. «La esencia de PewenChoc es que las personas al comer un bombón tengan un recuerdo, que te lleve a un momento especial», cuenta Cayupil. Y es que a diferencia de los grandes productores que solo utilizan esencias de menta, por ejemplo, Lizz Cayupil utiliza el extracto de las hierbas que crecen en la casa de su madre.

«Ser emprendedora chilena es difícil, existe mucho apoyo de fondos, pero no un real acompañamiento», cuenta Cayupil. Uno de los principales problemas con los que Lizz se encuentra es poder vender sus productos, pero la feria es una instancia en la que puede presentarlos, sin poner el riesgo el chocolate.

Por otro lado, Cecilia Challapa es descendiente de aymaras y viajó desde el norte para poder estar en la feria. Es la primera vez que participa y vino en representación de un colectivo de 15 mujeres tejedoras indígenas. «Yo quería venir a Santiago, porque es aquí donde se venden nuestros productos», cuenta Challapa. Para poder llevar suficientes bufandas y mantas, Cecilia junto con el resto de las tejedoras trabajaron «a toda máquina» durante la semana anterior para poder tener todo listo.

Al igual que muchos años atrás, que los mapuches tomaban la energía de los caballos al consumir su carne o el corazón del animal, hoy las mujeres indígenas sacan fuerza y experiencia de las historias de sus compañeras, sin importar la región en la que vivan o su origen, todas se juntan para poder mostrar su fuerza de mujer.

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