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Los viejos de hoy Opinión

Los viejos de hoy

Camila Quinteros
Por : Camila Quinteros Socia Fundadora 60 y Más Consultores
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En Chile cerca del 17% de la población tiene 60 o más años y querámoslo o no, todos estamos envejeciendo y llegará el día en que los jóvenes de hoy, seremos los viejos del mañana.


Por lo mismo, generar instancias de inclusión efectiva para las actuales personas mayores nos permite ir allanando el camino para cuando nosotros seamos viejos y necesitemos ser incluidos, considerados y respetados por nuestras propias familias, en el trabajo, en la sociedad en general.

En el marco de la celebración del Día Internacional de las Personas de Edad (1 de octubre) la ONU llamó a “aprovechar el talento, la contribución y la participación de los mayores”, es decir, llamó a todos aquellos que son menores de 60 años a ver a los viejos, a hablar con ellos, a considerarlos y valorar el aporte que hicieron y que, en diversos aspectos, siguen haciendo.

Y es que las personas mayores son fundamentales en nuestra vida: algunos ejercen el rol de abuelo(a) y salvan a los padres cuando no tienen con quién dejar a la criatura; dan consejos de cocina cuando el hijo(a) que vive solo y no tiene mucha experiencia culinaria; son los que transfieren las historias familiares y, muchas veces, los secretos de la familia; debido a sus años de trabajo, muchas veces, en una misma empresa o institución, conocen todas las mañas y el funcionamiento de la empresa, saben hacer su trabajo con los ojos cerrados y son poseedores de un conocimiento que sólo da la experiencia y que debe ser transferido a las generaciones más jóvenes.

Entonces, estamos rodeados de personas mayores que no responden al imaginario social de ese viejecito decrépito, que apenas camina y que no tiene nada que hacer con su vida. Hoy los viejos están empoderados, salen a marchar, tienen vida sexual, trabajan más o menos hasta los 70 años y se jubilan sin muchas ganas o cuando ya tienen planificado qué hacer para aprovechar el tiempo que les queda.

El llamado de la ONU busca que nosotros, los jóvenes, nos demos cuenta y seamos conscientes del aporte, de la importancia que los viejos tienen en nuestra vida. Piénsenlo: cuántos de ustedes fueron criados y/o malcriados por sus abuelos, cuántos de ustedes tienen padres o suegros que siguen trabajando o que, estando jubilados, se atrevieron a emprender o tienen un sinfín de actividades semanales que los mantiene ultra ocupados. Los viejos de hoy son, a veces, más activos y saludables que muchos adultos jóvenes.

Rompamos los mitos asociados al envejecimiento y a la vejez, porque esta etapa de la vida no es sinónimo de enfermedad o deterioro. Claro que hay personas que necesitan de más apoyo y de cuidados, pero la mayoría de los viejos en Chile es activo, autónomo e independiente y solo necesita de un empujoncito para seguir siéndolo.

Veamos a las personas mayores con otros ojos, olvidemos la imagen del viejo gagá y latero y cambiémosla por la imagen del viejo choro, que vive la vida con energía, entusiasmo y que enfrenta las dificultades que se le presentan diariamente con entereza, como se debería hacer a cualquier edad.

Ahora que como país nos esforzamos por incluir a todos los grupos vulnerables y por no discriminar a las personas, seamos conscientes de que la discriminación por edad existe y que, así como rechazamos la discriminación por género u orientación sexual, debiéramos rechazar la discriminación etaria.

Que la edad no importe al momento de contratar o de acercarse a una persona. Démonos la oportunidad de promover la intergeneracionalidad y abramos espacios en el que todas las edades tengan cabida.

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