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Emprendimiento preserva la reproducción de aves nativas en Molina

Alejandra Sobarzo trabaja en la incubación de huevos de gallina araucana a través de Aves Suyai, para contribuir a la reproducción de una especie autóctona todavía poco conocida por la mayoría de los chilenos. [ACTUALIZADA: Ver N de la R al final de la Nota]


En el año 2014 logró adjudicarse un FOSIS y este 2017 obtuvo, en Fondo Esperanza (FE), el “Premio Verde”, otorgado a los emprendimientos innovadores que forman parte de la institución. Si bien nunca pensó dedicar su vida a preservar especies nativas, hoy describe con gran orgullo lo que hace, como microempresaria y ciudadana.

Alejandra Sobarzo Irribarra llegó a Molina hace siete años con la ilusión de tener una vida más tranquila, lejos de Santiago. Dice que apenas se instaló en la provincia de Curicó buscó alternativas para invertir parte de sus ahorros, arrendando en primera instancia un local para vender ropa usada y otras confecciones de mujer y niños. Posteriormente, ingresó al Banco Comunal (BC) “Estrella de los nuevos emprendedores”, en FE, con el propósito de capitalizar su emprendimiento, sin adivinar, no obstante, que viviría importantes cambios en un corto plazo. Desde esa perspectiva, a grandes rasgos, describe cómo ha enfrentado su proceso de independencia, siendo su propia jefa. “Ha sido difícil emprender porque con mi esposo estábamos acostumbrados a contar con dos sueldos. Cuando eres independiente, en cambio, tienes más inseguridades. Lo bueno eso sí es que puedes administrar mejor tus tiempos y hacer lo que te gusta”, afirma con certeza.

Paralelamente, como madre y esposa, anuncia que se preocupa de generar instancias entretenidas para reunir a los suyos, razón por la cual, establecida en el sur, se propuso armar un gallinero en el patio de la casa, con especies silvestres y domésticas, para estar en contacto con la naturaleza, disfrutar el sabor de los huevos de campo y trabajar en familia el cuidado de las aves. Señala que en ese sentido no tenía expectativas lucrativas, pero bastó que la pequeña producción de huevos se transformara en una improvisada fuente de ingresos para así iniciar otro camino. Aves Suyai Los primeros compradores que tuvo fueron sus propios compañeros de BC, pero luego una nueva clientela la impulsó a dejar la compra de fardos de ropa americana para formar Aves Suyai, término que en mapudungun significa esperanza.

Al respecto, la emprendedora manifiesta que, aparte de la creciente venta que estaba experimentando, la particular capacidad reproductiva de la gallina mapuche fue otra de las razones que la motivó a incursionar en el rubro avícola: “Pone un huevo día por medio, mientras que las domésticas colocan uno diariamente. La población además se ha reducido a causa del mestizaje. Buscamos por eso alternativas que favorezcan la preservación de la especie, considerada patrimonio nativo”, indica, revelando que para tales efectos se dedica a incubar artificialmente los huevos fértiles que no son anidados, por 21 días. “Con un ovoscopio reviso si los huevos son fértiles, ya que las gallinas tienen la capacidad de poner sin haber tenido contacto con el gallo. Observamos, entonces, si hay presencia o ausencia de venitas durante la primera etapa del desarrollo embrionario”, aclara.

Es importante señalar que la gallina mapuche se conoce también como gallina araucana y que existen tres tipos: Kollonca, Ketro y Kollonca de Aretes, cuyas características morfológicas se explican porque tienen un menor tamaño que las domésticas, motivo por el que pueden volar. El color de los huevos -azul o azul verdoso- se debe por otro lado a la biliverdina que se acumula en el útero de la gallina, presente también en la bilis.

Sobre las propiedades nutricionales, Alejandra afirma que la producción de gallina mapuche es más demandada: “Tienen menos agua, ya que la cáscara, al ser más gruesa, permite que no se evapore el contenido. Por lo tanto, su proteína es de mejor calidad que los huevos de criadero, siendo su yema más grande, producto de una alimentación natural. Por eso y otras cosas llegan a comprarme personas con quemaduras o pacientes en tratamiento de quimioterapia, a quienes les recomiendan consumirlos para la regeneración de células y tejidos”, destaca. Consultada por la valoración gastronómica de sus productos, comenta: “Los huevos azules y verdes son más ricos que los de producción industrial. En mi caso no uso proteína de pescado para alimentar a mis aves, tampoco les inyecto hormonas o antibióticos”, sostiene. En cuanto al hábitat ideal para criar especies silvestres, advierte: “La gallina mapuche, bien criada, vive 10 años, por eso es tan importante que puedan vivir libremente, no en corrales”.

A propósito de dicha información, Alejandra agrega que en los últimos años ha realizado dos exposiciones de aves, consecutivas, para promover la crianza de gallinas mapuches y de otras especies, en las cuales logró reunir a miles de personas: “Con las Expo Aves hemos dado a conocer un poco más lo que hacemos. Estamos en deuda con nuestras raíces y por eso me gustaría que Aves Suyai llegue a ser conocido a niveles gubernamentales para inculcar el rescate de nuestra historia”, propone.

Fondo Esperanza

Cuando entró a FE partió con 11 gallinas mapuches y un gallo. Ahora tiene una población total de 180, más una multitud de pollitos. Alejandra dice que Fondo Esperanza le ha permitido comprar incubadoras, alimentos y más ejemplares para sacar adelante su innovador emprendimiento. Sobre sus proyectos adicionales, adelanta que está trabajando con el departamento de educación de la Municipalidad de Molina, para traspasar su experiencia hacia escuelas rurales, de manera que los establecimientos puedan generar recursos. Asimismo, cuenta que está arrendando sus incubadoras para obtener más ingresos: “A principios de diciembre nacerá una avestruz, especie nativa de África, de difícil reproducción. Además, conseguimos huevos de gallinetas (gallinas africanas) para seguir contribuyendo a la preservación de más especies”, concluye.

(*) N de la R: posterior a la publicación de esta nota, Alejandra Sobarzo  envió solicitud de rectificación en relación al artículo y entrevista que realizó el Fondo Esperanza, por lo que El Mostrador publicó una nueva nota con los cambios requeridos por la emprendedora. Leer Aquí 

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