Sustentabilidad
Maximiliano Bello es el chileno que se la juega por la protección de los océanos. Gracias a su trabajo en The Pew Charitable Trusts, Bello ha recorrido el mundo buscando convencer a sus líderes sobre la necesidad de resguardar las diferentes áreas marinas.
El 15 de diciembre, Oceana junto con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, anunciaron la restricción a la pesca de arrastre de fondo para la merluza común y crustáceos demersales. Esta medida permitirá mantener protegida el 98% de la Zona Económica Exclusiva de Chile. Para Max Bello esta noticia marca un antes y un después respecto a la protección de los océanos en Chile.
15 años antes, Bello trabajaba junto a un amigo en las salmoneras, tiempo en el que la posibilidad de plantear la restricción a la pesca parecía imposible. Según Bello hablar de estos temas era casi una ofensa. Es por esto que el chileno celebra tanto la noticia, que solo viene a demostrar que el cambio está llegando “porque unos han entendido y otros porque han tenido que asumir que no pueden detener este proceso”, cuenta.
Este chileno, radicado en Washington DC, es un referente de la conservación marina. Bello a participado en diversas reuniones con líderes de todo el mundo para lograr convencerlos sobre la importancia de la protección de los mares. “Siempre digo a la gente que las áreas protegidas son cajas de ahorro”, explica. Grandes áreas protegidas permiten grandes peces que se puedan reproducir y continuar con un buen desarrollo de su especie.
Durante los últimos 4 años Chile ha hecho varias de estas inversiones a futuro. Uno de los más grandes contó con la activa participación de Max Bello junto a Ocean Legacy Project, la declaración del área marina protegida más grande de Chile. 720 mil km2 de océano resguardado en Rapa Nui, en el cual solo se permitirá la pesca artesanal. Esta medida ha sido celebrada por las organizaciones como los habitantes de la isla, ya que permitirá proteger a las especies de los grandes barcos pesqueros que se estaban instalando en las costas de la isla. “Si se elimina la mayor cantidad de estresantes, lo que va a quedar es un área mucho más resiliente y que va a resistir mucho mejor, por ejemplo los embates del cambio climático”, explica Bello.
Según los científicos, el 30% del total de los océanos debería estar protegido, para así permitir la resiliencia de las especies. En Chile el territorio marino protegido alcanza casi 1.600.000 km2 de área marina protegida, pero no en todos lados ha sido bien implementada.
Para Max Bello, Chile ha avanzado bastante en los últimos años, pero aún se mantienen grandes obstáculos para el cambio. “Podemos crear todas esas áreas protegidas, pero esas no son la panacea. Si no solucionamos el tema del manejo pesquero, y particularmente si no revertimos la situación con el tema de la ley de pesca, con la propiedad que se otorgó”, cuenta Bello.
Max Bello y su pasión por los océanos y sus riquezas, continúa contribuyendo al cambio en el mundo. Un mundo en el que proteger hoy será un beneficio para el futuro.
