Publicidad
Cambio climático amenaza con transformar los ecosistemas marinos: pesca podría disminuir hasta un 12 % para 2050 Medio ambiente

Cambio climático amenaza con transformar los ecosistemas marinos: pesca podría disminuir hasta un 12 % para 2050

Los medios de subsistencia de millones de personas que dependen de la pesca están en peligro. Los nuevos análisis y modelos publicados por la FAO proyectan que para el año 2050 el cambio climático habrá alterado la productividad de muchas de las pesquerías marinas y de agua dulce del planeta, afectando los medios de subsistencia de millones de las personas más pobres del mundo. En el caso de la acuicultura de agua dulce, se estima que Viet Nam, Bangladesh, Laos y China son los países más vulnerables, y en el de la acuicultura marina serían Noruega y Chile, debido al tamaño de sus sistemas piscícolas y su dependencia de unas pocas especies.


El potencial máximo de capturas en el mar podría disminuir a nivel global hasta un 12% para 2050 por efecto del cambio climático, según un estudio difundido por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Las consecuencias están relacionadas con cambios en la temperatura del agua, los niveles de pH y los patrones de circulación oceánica, con el aumento del nivel del mar y pautas de lluvias y tormentas alteradas que harán que las especies cambien su distribución y productividad, los corales se decoloren y haya mayor frecuencia de enfermedades acuáticas.

Las nuevas predicciones, realizadas con la colaboración de más de un centenar de científicos, indican que el potencial productivo de la pesca en las zonas económicas marinas exclusivas (las primeras 200 millas náuticas desde la costa) se reduciría entre el 2,8% y el 12,1%, en función de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Aunque esos porcentajes globales «no son muy significativos», se observan «grandes diferencias por regiones, con un impacto negativo particular en las áreas tropicales», como en el sur del Pacífico, aseguró en un acto el director de Pesca y acuicultura de la FAO, Manuel Barange.

El informe advierte que también se verán afectados los sistemas de aguas continentales del planeta –de enorme importancia, pero a menudo pasados por alto- que incluyen cinco de los países menos desarrollados del mundo entre los diez que más pescado producen, y proporcionan 11,6 millones de toneladas de alimentos para consumo humano cada año.

Por otro lado, se espera que el cambio en las temperaturas incremente la producción en latitudes altas y, si esta disminuye, que no lo haga tanto como en los trópicos.

«Si los recursos se gestionan bien, las capturas no tienen por qué caer, pueden incluso aumentar», dijo Barange, que destacó la necesidad de coordinar las medidas para evitar una «mala adaptación» al cambio climático.

Según el informe, los océanos han absorbido el 93 % del calor adicional generado desde la revolución industrial y el nivel del mar ha subido unos 20 centímetros en los últimos cien años.

En 2012, las embarcaciones pesqueras emitieron 172 millones de toneladas de dióxido de carbono (el 0,5 % de las emisiones globales ese año), mientras que en 2010 la acuicultura fue responsable de liberar a la atmósfera 385 millones de toneladas.

Barange detalló que, entre los países que son parte del Acuerdo de París sobre cambio climático, 87 han abordado la pesca y la acuicultura en sus compromisos nacionales, si bien falta información y un marco de acción adecuado para tomar las medidas de adaptación necesarias.

El informe también prevé el desplazamiento de un alto número de especies a través de las fronteras, lo que requerirá nuevos acuerdos bilaterales y regionales.

En el futuro, los ecosistemas de agua dulce serán especialmente «sensibles» al cambio climático y la acuicultura podrá verse afectada por eventos extremos como las inundaciones.

Entre los países que más riesgos afrontan están Vietnam, Bangladesh, Laos y China para la acuicultura de agua dulce; Ecuador, Egipto y Tailandia para la de agua salada; y Noruega y Chile por su volumen de producción acuícola marina.

Un representante del Gobierno de Fiyi, Netani Tavaga, afirmó que el calentamiento de las aguas hará que ciertas especies se muevan hacia zonas más frías, lo que en su país supondrá la «pérdida de la pesca tradicional», con menos capturas y empleos.

La mayoría de las comunidades del Pacífico dependen del pescado para alimentarse y muchas islas tienen acuerdos con grandes flotas o plantas de procesamiento para vender fuera de sus fronteras gran parte de lo que se pesca en sus aguas, agregó Tavaga.

El director ejecutivo del Mecanismo regional de pesca del Caribe, Milton Haughton, resaltó los «limitados recursos financieros y técnicos» con los que cuentan para adaptarse al cambio climático en una región que el año pasado presenció 17 tormentas, incluidos 6 huracanes de gran intensidad.

Los daños en los arrecifes de coral, la llegada masiva de sargazo a las costas o la pérdida de terreno fueron otros de los problemas mencionados que enfrentan las islas caribeñas.

Los impactos productivos en los sistemas de aguas continentales variarán de un lugar a otro, pero ninguna región del mundo quedará inmune. El informe aporta estimaciones sobre cómo cambiará el clima, el uso del agua y la presión demográfica en 149 países, y explora la evolución futura de los ríos Yangtzé, Ganges y Mekong en Asia; la cuenca del río Congo y el sistema de los Grandes Lagos en África; los lagos interiores de Finlandia en Europa; y las cuencas del río de La Plata y del Amazonas en América del Sur.

El desafío del cambio climático puede superarse, según la FAO, y este nuevo estudio indica cómo hacerlo de manera eficaz, al tiempo que se minimizan sus impactos y se maximizan las oportunidades.

Si se implementan medidas de forma adecuada, los impactos del cambio climático pueden minimizarse, según los expertos. El informe señala que incluso en áreas donde la productividad se verá afectada negativamente, las capturas de pescado podrían seguir creciendo si los países implementan medidas de adaptación adecuadas y regímenes eficaces de gestión pesquera.

“La inclusión de medidas de adaptación en la pesca y la acuicultura se ve obstaculizada actualmente por la falta de análisis específicos sobre la vulnerabilidad del sector al cambio climático, así como de las oportunidades y respuestas disponibles”, aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva.

“Este estudio –añadió- ayudará a los países a fortalecer la resiliencia de las comunidades dependientes de la pesca y la acuicultura ante el cambio climático y los eventos extremos, que es un elemento fundamental para lograr el desarrollo sostenible sin dejar a nadie atrás”.

Publicidad

Tendencias