Especialista de la Universidad Andrés Bello asegura que gasto energético dependerá de la duración y hasta tipo de baile. La más favorable para reducir calorías es la Cueca Brava
Entre choripán, empanadas, asados y chicha, el organismo sube -en promedio- dos a tres kilos durante las celebraciones de Fiestas Patrias. Aunque el mejor consejo sería medirse en la ingesta de alimentos, los cuatros días del Bicentenario hacen difícil tarea a quienes se niegan a perder la línea.
Rodrigo Tejada Navarro, director de Educación Física de la Universidad Andrés Bello, comenta que nuestro baile nacional posee una coreografía que tiene una representación gráfica clara. En este caso, una ceremonia de seducción entre un gallo representado por el huaso o el varón, y la polluela representada por la china o dama; en el cual el varón muestra una actitud entusiasta e incluso agresiva, mientras ella es esquiva, defensiva y recatada.
Desde el punto de vista del ejercicio físico, como toda actividad de este tipo, entrega beneficios a quien la practique. Entre estos destaca el desarrollo de cualidades como la coordinación motriz y del sentido rítmico, muy necesarios para un buen pie de cueca. A ello se suma que contiene una serie de ejercicios cardiovasculares, que entre zapateo y zapateo, nos ayudan a fortalecer el cuerpo sin apenas darnos cuenta. “Otro beneficio muy importante es que la cueca favorece nos aporta innumerables beneficios a nivel psicológico, emocional y social, y es capaz de aumentar la confianza en sí mismo”.dice
Dos horas de “sacrificio”
Según el profesor Tejada, el establecerla dentro de una clasificación desde el punto de vista del gasto energético preciso o establecer comparaciones con otro tipo de ejercicio es más complejo. En sí, la cueca no podría definirse como un ejercicio completamente aeróbico, puesto que su tiempo de ejecución (tres a cuatro minutos, que es la cantidad de tiempo que dura la interpretación musical) no es suficiente para alcanzar a producir los procesos propios del trabajo aeróbico, que se caracterizan por ser de larga duración y con bajo nivel de intensidad.
No obstante, sí podría compararse a un a clase aeróbica e tanto sea ejecutada varias veces, y prácticamente sin pausa entre uno y otro pie de cueca.
Aunque no lo crea, el gasto energético es muy variable, por sus múltiples formas de ser bailada de acuerdo a diferentes zonas geográficas, su propia coreografía y duración de cada pie, el estilo de cada bailarín, entre otros. Una cueca de salón, por ejemplo, será menos intensa en su ejecución que una cueca brava; por su gasto energético. Esta última cada día más común entre los más jóvenes.
En general, explica el docente UNAB, si bailamos dos horas de nuestro baile nacional, quemamos cerca de 450 calorías. No es tanto el esfuerzo si pensamos lo entretenido de su ejecución.
