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BBC News Mundo

China: celulares con GPS para combatir secuestro de niños

La Cruz Roja de Beijing inició la distribución de miles de celulares equipados con GPS, en un esfuerzo por aumentar la seguridad de los menores de edad.


La Cruz Roja de Pekín inició la distribución de miles de teléfonos celulares equipados con el sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) entre estudiantes de escuelas primarias y secundarias, en un intento por combatir los secuestros y la violencia en los planteles escolares.

La agencia de noticias oficial del gobierno chino, Xinhua, informó que 20.000 celulares, que pueden ser usados como relojes de pulsera, han sido entregados.

De acuerdo con la Cruz Roja, miles de niños desaparecen cada año en China y que 600.000 siguen sin ser encontrados.

Los teléfonos ofrecidos son gratuitos, aunque los padres deberán asumir el pago del servicio, que se estima en US$60 al año.

Esa condición ha generado críticas, pues se considera que el plan es demasiado caro para la mayoría de las familias chinas.

Monitoreo

«Alrededor de 60 niños recogieron sus teléfonos el sábado y muchos otros visitaron nuestra oficina el domingo», informó Yu Ruiling, secretaria general de la organización, según informó la página en internet de Xinhua.

El artefacto tiene desactivados los servicios de mensajería de texto y de juegos; puede recibir llamadas de 20 números y sólo puede comunicarse con cuatro números, explicó la agencia de noticias.

El objetivo con la distribución de los celulares es que los niños puedan comunicarse con sus padres con sólo oprimir un botón y que los padres también puedan advertir si los niños están cerca de lugares peligrosos como ríos o autopistas.

Yan Xiaoqing, madre de un niño de 10 años, recogió el aparato el sábado.

«Nosotros no podemos llevar a nuestro hijo a la escuela todos los días, por lo que este teléfono nos ayudará a monitorearlo», le dijo la madre a Xinhua.

Ataques

La medida de la Cruz Roja también responde a una serie de ataques violentos que se produjeron en escuelas chinas en 2010.

El año pasado, escuelas y jardines de infantes en el gigante asiático fueron el blanco de ataques perpetrados por hombres.

Dos de los atacantes se suicidaron tras los incidentes y un tercero fue ejecutado luego de un breve juicio.

Un total de 17 personas fallecieron, la mayoría de ellas eran niños, y decenas resultaron heridas en ataques con cuchillos o martillos.

Un profesor de psicología de la Universidad Fudan de Shanghái, Ji Jianlin, le afirmó a la BBC, en mayo de 2010, que «los ataques comparten una característica en común: todos son efectuados por personas resentidas con la sociedad que intentan vengarse atacando a los más jóvenes y vulnerables».

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