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Salud: qué hacer frente al tifus

Si presenta fiebre alta, dolor abdominal intenso, diarrea y manchas en su pecho podría padecer de fiebre tifoidea. Prevenir a través de la higiene es la principal recomendación.


La inusual aparición de un brote de fiebre tifoidea en esta época del año, ha puesto en alerta a las autoridades de salud. La Región Metropolitana esta vez es el foco de la enfermedad y ya se registran 29 contagiados, por lo que las medidas sanitarias para controlar su origen han aumentado y se mantendrán hasta noviembre próximo.

Con la idea de aportar más antecedentes sobre esta patología, comúnmente conocida como tifus, la infectóloga de Clínica Vespucio Dra. María Pilar Gambra entrega detalles y recomendaciones para enfrentar la enfermedad.

El contagio del tifus se produce a través de la ingesta de alimentos contaminados con la bacteria Salmonella Typhi. Quesos, lácteos, mariscos, verduras, huevos, carnes, además de bebidas y aguas contaminadas, son algunos de los más comunes. “También es posible que un paciente infectado contagie a otras personas de su entorno, pero esa situación es menos frecuente que la infección por ingesta”, destaca la especialista.

Fiebre continua, dolor de cabeza, constipación o diarrea, pérdida de apetito, malestar general, dolor abdominal y la aparición de manchas rojas en el abdomen y tórax, son los principales síntomas de la fiebre tifoidea o tifus. “La bacteria que la origina, se desplaza por el organismo  hasta llegar al torrente sanguíneo, pudiendo alojarse en distintas partes del cuerpo lo que provoca diversos malestares”, explica la Dra. Gambra.

Pese a que las tasas de contagio son mucho más comunes en países con bajos niveles de desarrollo, las personas pueden transportar la bacteria al viajar, por lo que  resulta indispensable tomar mayores precauciones en los lugares donde esta fiebre es más frecuente.

Aunque es una enfermedad compleja, tiene un buen pronóstico si es que se diagnostica de forma rápida y oportuna, es posible mejorarse en un período de dos a cuatro semanas. Sin embargo, “en caso que el tratamiento no sea el óptimo, se pueden derivar complicaciones como hemorragias gastrointestinales agudas, alteraciones neurológicas y lesiones cardiacas severas. También puede ocurrir que el paciente se transforme en portador crónico con la consecuente diseminación de la bacteria a través de las deposiciones”, argumenta.

Si presenta los síntomas, es fundamental consultar a un especialista inmediatamente.

El tratamiento para combatir el tifus o fiebre tifoidea se basa principalmente en la administración de antibióticos, además del suministro de electrolitos a través de ingesta de líquidos por vía oral o intravenosa. “Debido a la alta tasa de resistencia a los antibióticos, es indispensable que éstos sean recetados por un especialista, pues la automedicación aumenta mucho las posibilidades que el procedimiento no sea efectivo”, indica.

La infectóloga de Clínica Vespucio señala que algunas recomendaciones para evitar  la fiebre tifoidea son:

-Lavarse las manos con frecuencia, y siempre antes de comer.

-Evitar comer en lugares no establecidos o que no entreguen garantías de higiene.

-No ingerir lácteos sin tener la seguridad que sean pasteurizados.

-Evitar consumir frutas sin lavar.

-Evitar ingerir verduras crudas, y en caso de hacerlo, deben lavarse en agua y con algunas gotas de cloro.

-No comer mariscos crudos.

-Vacunarse al viajar a lugares donde sea común esta enfermedad, principalmente áreas tropicales y zonas con bajo nivel de desarrollo.

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