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¿En qué momento nos acostumbramos a dormir con luz?

¿En qué momento nos acostumbramos a dormir con luz?

Los investigadores advierten de los peligros de tener un ambiente con demasiada luz cuando tratamos de dormir. ¿Cómo fue que nuestros dormitorios se volvieron tan iluminados?


Constantemente se escuchan advertencias sobre el problema de conciliar el sueño: la exposición a mucha luz de dispositivos electrónicos, no pasar suficiente tiempo en la cama y el exceso de cafeína. Ahora, hay una posible preocupación más: demasiada luz en el dormitorio.

En el pasado, estudios han podido relacionar la luz nocturna con la mala salud de roedores. Y más recientemente, una investigación realizada con 113.000 mujeres sugirió que incluso podría causar obesidad en humanos. En ese trabajo de especialistas del Instituto de Cáncer de la Universidad de Oxford se encontró que las mujeres cuyos dormitorios estaban «iluminados con suficiente luz como para ver toda la habitación» tenían cinturas más anchas.

El profesor Derk-Jan Dijk, del Centro del Sueño de Surrey, Inglaterra, dijo que la gente «debía evaluar sus dormitorios y encontrar una manera fácil de oscurecerlos». Pero, ¿cómo es que estos recintos del descanso se llenaron de luz?

Probablemente durante el siglo pasado ha habido una tendencia a habitaciones más iluminadas, dice Alex Goddard, curador del Museo Geffrye de Londres, que se dedica a la historia del hogar.

El primer problema son las luces externas. Las casas en zonas urbanizadas están rodeadas de postes con lámparas, luces de automóviles, vallas publicitarias y otros edificios.

Un informe de 2009 de la Comisión Real sobre Contaminación de Luz, titulado Luz Artificial y el Medio Ambiente, advirtió que en los siete años transcurridos entre 1993 y 2000, áreas significativas de Reino Unido fueron intensamente más iluminadas de noche. La comisión señaló que la luz externa en Reino Unido estaba aumentando a un ritmo estimado de 3% al año.

Un sondeo realizado en octubre 2007 en Inglaterra por la encuestadora Harris Poll Europe Omnibus Survey encontró que un tercio de los entrevistados consideraban que la luz por fuera de las ventanas del dormitorio producía noches en vela. El noroccidente del país reportó los peores problemas con 44% de los participantes, respondiendo que tenían dificultades para dormir debido a la contaminación de luz.

Pero además de la creciente cantidad de luz por fuera de nuestros dormitorios, los cambios en decoración interior han exacerbado el problema.

Modernas, pero ¿saludables?b

Muchas personas prefieren cortinas de color ligero y también ha habido un cambio hacia persianas. «Durante la época victoriana la moda era tener cortinas gruesas y pesadas», explica Goddard. «A la gente le gustaban los tejidos exuberantes. Ahora, no tanto porque son difíciles de limpiar».

La tendencia deseable de hoy en día son los espacios ligeros con líneas limpias.

Ben Spriggs, editor de la sección de interiores del diario británico The Guardian, está de acuerdo. Las persianas se han vuelto más populares y las cortinas más delgadas. «Ha habido un incremento en el uso de lino y telas lisas, que proporcionan privacidad pero no bloquean la luz». También hay una tendencia a retirar todo el desorden alrededor de las ventanas, que es lo que hacen las persianas.

Andrew Hartley, director de AMA Research, que investiga el sector de construcción dice que, aunque las coberturas de ventanas de diseño específico -como contraventas tipo plantación, cortinas de negro completo y persianas para claraboyas- han ido en aumento durante este período, también lo han hecho los productos de «menor calidad» en la escala más baja del mercado, debido al alza del sector de arriendos privados.

«La parte mediana del mercado se ha comprimido», afirma. En otras palabras, muchas personas que decoran un dormitorio podrían estar atraídas a coberturas de ventanas que permiten que el lugar esté a media luz en vez de la completa oscuridad.

Y adentro de los dormitorios hay una niebla de luz emanando de los dispositivos electrónicos. ¿Cuántas habitaciones no están iluminadas por una serie de puntitos de luz indicadora? También están los relojes de alarma, los paneles digitales y las lamparillas nocturnas.

La decoración tiene un efecto amplificador. Las paredes oscuras están pasadas de moda, dice Goddard. Colores ligeros y empapelados que no absorben la luz son el último grito. Los dormitorios también tienen ventanas más grandes, ya sea por tratarse de una bodega convertida o un edifico moderno, arguye.

La constructora de vivienda Sarah Beeny dice que no puede dormir si no hay oscuridad. Mientras que algunos padres usan cortinas completamente negras para los cuartos de sus niños, es raro encontrarlas en los dormitorios de los adultos, comenta.

Falta de evidencias

También explica que las personas invierten en materiales baratos. «Es una lástima que la mentalidad sea de tan corto plazo -ellos piensan que volverán a decorar en un año o dos». Agrega que su prioridad principal es un buen forro cuando compra cortinas.

Algunos expertos descartan la idea de que el exceso de luz en las habitaciones pueda tener efectos negativos para la salud.

Algunos expertos descartan la idea de que el exceso de luz en las habitaciones pueda tener efectos negativos para la salud.

Pero no todos están de acuerdo con que la oscuridad es buena. El profesor Jim Horne, exdirector del Centro de Investigación del Sueño de la universidad de Loughborough, duda que la luz nocturna cause obesidad.

La gente duerme con los ojos cerrados y generalmente pueden ignorar la luz que haya en el ambiente, sostiene. Hay más luz durante el verano que el invierno, pero no hay evidencia de que la gente duerma menos horas, agrega.

Aunque la gente se pueda despertar cuando entra la luz, la mayoría de las personas se vuelven a dormir con bastante rapidez.

«La prueba contundente es, si le da sueño durante la noche». Horne sospecha que puede haber más razones correlacionadas a la obesidad. «Uno tiene que ver si dormir en la oscuridad es el sustituto de otra cosa. ¿Las personas que duermen en habitaciones iluminadas tienen miedo de la oscuridad? ¿Generalmente están más agitadas?» Y sugiere que podrían ser más susceptibles a engordarse.

Se necesita más investigación antes de sacar conclusiones, expresa. «La idea que todos nosotros debemos oscurecer totalmente nuestra habitación es errónea», afirma.

El énfasis en las habitaciones completamente oscuras podría ser peligroso. Horne alega que si es como boca de lobo, entonces, las personas de mayor edad que se levanten en la noche podrían tener accidentes.

La evidencia todavía no es concluyente. Pero entre más estudios vinculen la contaminación de luz en los dormitorios con problemas es posible que las personas empiecen a cambiar sus delgadas persianas con gruesas cortinas. Y permitir esas habitaciones bañadas en sol volver a ser lugares de reposo solemne.

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