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Cómo reconocer malestares que son más serios que un colon irritable

Cómo reconocer malestares que son más serios que un colon irritable

En el síndrome de intestino irritable no se logra pesquisar alteraciones estructurales del aparato digestivo, en cambio, las EII se caracterizan por la inflamación que puede causar daños permanentes en el tracto gastrointestinal.


Las llamadas enfermedades inflamatorias intestinales (EII) pueden ser difíciles de distinguir de una gastroenteritis que no se cura y otros trastornos digestivos, tales como el síndrome de colon irritable. Sin embargo, es muy importante poner atención a los síntomas para distinguir si las molestias digestivas pueden esconder algo más serio detrás.

Al hablar de EII se habla de una serie de enfermedades que afectan al intestino en alguno de sus tramos, inflamándolo de manera crónica. Concretamente se trata de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa (CU). Hay un tercer grupo de pacientes, que padecen una enfermedad que reúne características de las otras dos y que se llama colitis indeterminada.

En el síndrome de intestino irritable no se logra pesquisar alteraciones estructurales del aparato digestivo, en cambio, las EII se caracterizan por la inflamación que puede causar daños permanentes en el tracto gastrointestinal.

Los síntomas de ambas enfermedades pueden variar según el momento y la persona, dependiendo de la extensión de la inflamación y de dónde ocurre. Una persona que se enfrenta a una de estas enfermedades puede llegar a presentar deposiciones liquidas y a veces con sangre varias veces al día deteriorando su calidad de vida. Algunas señales que pueden servir de alerta son:

– Diarrea
– Fiebre
– Anemia y fatiga
– Sangramiento rectal/heces con sangre
– Dolor y calambres abdominales
– Urgencia defecatoria
– Pujo
– Náuseas/vómitos

Estas enfermedades afectan el sistema inmunológico del individuo. No hacen diferencia de género y se manifiestan habitualmente entre los 15 y 35 años.

En Chile, se estima que son aproximadamente 15 mil personas las que las padecen. Actualmente, las terapias para esta enfermedad no están cubiertas por el GES y en una primera instancia tampoco serían solventadas por el Fondo de Tratamientos de Alto Costo. “Muy poca gente tiene conciencia del impacto de estas enfermedades, no solamente a nivel físico, sino que en carga económica y ausentismo laboral junto a una baja productividad”, explica Bernardino Fuentes de la Fundación Crohn y Colitis Ulcerosa.

“La causa de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), tanto la colitis ulcerosa como la enfermedad de Crohn, es desconocida, probablemente multifactorial, asociados a una respuesta inmune desmesurada que produce lesiones de profundidad y extensión variable en el intestino. Son de curso crónico y con una evolución impredecible, en la que alternan períodos de mayor actividad y menor intensidad sintomática”, señala la Dra. Tamara Pérez, Gastroenteróloga del Hospital San Borja Arriarán.

La necesidad de dar a conocer este tema se hace más patente hoy, ya que en mayo se celebra el Mes de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales. La Fundación organizó una marcha para el 31 de mayo, a fin de concientizar, entregar información y hacer presente la necesidad de mayor cobertura para los tratamientos. La actividad parte a las 11.00 horas en Plaza Italia, desde donde se iniciará la caminata hasta el frontis de La Moneda.

Actualmente existe un programa piloto que evalúa el uso de terapias de última generación y de mayor costo en el Hospital San Borja Arriarán. “Este plan piloto entrega tratamientos de última generación, específicamente la terapia biológica, a 19 personas que sufren de esta patología. Es importante mencionar que estos fármacos han logrado cambiar la evolución clínica y pronóstico de pacientes con Colitis Ulcerosa y Enfermedad de Crohn además de mejorar su calidad de vida”, explica la Dra. Tamara Pérez, quien dirige esta experiencia a nivel público en el Hospital San Borja Arriarán.

Algunos datos clave:

Las EII pueden ser una de las patologías inflamatorias e inmunológicas menos conocidas, a pesar de su naturaleza potencialmente progresiva y complicaciones que amenazan la vida, tales como perforaciones intestinales, cirugía y hospitalización.

La enfermedad de Crohn es especialmente difícil en los niños debido a su naturaleza disruptiva en un momento clave en el desarrollo físico y social, incluyendo el crecimiento.

El tratamiento médico para ambas enfermedades incluye una batería de opciones, tales como antibióticos, aminosalicilatos y corticoesteroides, inmunomoduladores y terapias biológicas.

El objetivo del tratamiento es manejar la actividad de la enfermedad, promover la remisión y ayudar a evitar complicaciones.

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