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La startup chilena que creó un detector portátil de dioxinas en alimentos I+D

La startup chilena que creó un detector portátil de dioxinas en alimentos

La compañía fue seleccionada el 2015 dentro de los Top 100 en inventos de tecnología a nivel mundial, entre 3.600 proyectos de todo el mundo, lo que le permitió presentar a Biotic Solutions en el evento Hello Tomorrow de París, donde confluyeron íconos de la industria a nivel global.


La Organización Mundial de la Salud atribuye a las dioxinas la aparición de distintos tipos de cáncer, problemas inmunológicos y hormonales. Y por esta razón, los exportadores de productos de origen animal como la carne, el pollo, el huevo, el pescado o la leche, entre otros,deben tomar medidas para evitar que sus productos se contamimen con este tipo de toxina, que corresponde a un residuo natural producido, no solo en procesos industriales, sino que también en erupciones volcánicas e incendios forestales.

Este compuesto es rechazado instantáneamente si es descubierto en los alimentos que ingresan a los mercados de EE.UU, Europa y Asia, donde rigen normas mucho más estrictas de protección al consumidor. Basta sólo recordar lo que ocurrió en 2008 cuando los productores nacionales de cerdo perdieron US$ 50 millones tras descubrirse dioxinas en cargamentos que tenían como destino Japón y Corea del Sur. Y en 2013 pasó algo parecido, cuando un embarque de 155 mil kilos de pollo fue retirado por el Departamento de Agricultura y Salud Alimentaria de Estados Unidos (FSIS, por su sigla en inglés).

El problema fue abordado por los ingenieros bioquímicos con doctorado Juan Pablo Monrás y Bernardo Collao, juno al ingeniero comercial Matías Henríquez, quienes crearon la compañía Biotic Solutions para desarrollar un método al alcance de todo tipo de industrias para mejorar la calidad de los alimentos y de la salud de los consumidores. Es así como dieron forma al primer método portátil y económico para la detección de dioxinas en terreno. “En estos momentos, estamos evaluando nuestra tecnología con dos importantes empresas de la industria cárnica en Chile”, dice Matías Henríquez. “Hemos sido apoyados por Start-Up Chile, el FIA (Jóvenes innovadores UK) y estamos siendo incubados por la Incubadora de negocios Chrysalis (PUCV)”.

La compañía fue seleccionada el 2015 dentro de los Top 100 en inventos de tecnología a nivel mundial, entre 3.600 proyectos de todo el mundo, lo que le permitió presentar a Biotic Solutions en el evento Hello Tomorrow de París, donde confluyeron íconos de la industria a nivel global.

Matías explica que todos los productos de origen animal presentan dioxinas en distintos niveles, sin embargo, en nuestro  país no se fiscaliza la generación de este compuesto de manera eficiente, debido a que el análisis es muy costoso (US$1200-2000) y lento (5-12 días) por lo que las empresas realizan menos análisis de lo debido.

“Nuestro método presenta una ventaja inigualable, porque permite la obtención de un análisis en menos de dos horas (los métodos actuales toman días). Además puede ser utilizado por personal no especializado, no requiere instalaciones y permite el análisis en terreno de las muestras logrando ser la primera herramienta de monitoreo en la industria, disminuyendo de esta forma los costos por análisis”, explica Matías. “Lo que queremos es generar un producto de nivel mundial desde Chile y posicionar al país como productor de tecnologías de punta para la agroindustria”.

Los emprendedores explican que los actuales sistemas de detección de dioxinas en el mercado son caros, lentos, complejos de utilizar. El sensor  portátil de Biotic Solutions denominado 3B (Bacterial Based Biosensor) mide trazas de dioxinas y una de sus grandes ventajas es que puede ser utilizado por operarios sin entrenamiento para que puedan analizar muestras de suelo, agua o alimentos.

Cómo funciona

El sistema primero extrae una muestra, que puede ser la selección de una porción de carne (vaca, pollo o pescado)  que se muele para incorporarle un solvente que crea una mezcla de muestra; mientras que los lácteos y huevos se combinan directamente en una solución acuosa. Esto dura aproximadamente 30 minutos.

Una vez obtenida la muestra esta se incuba para obtener los niveles de dioxinas, los cuales son comparados con parámetros fijos para establecer los niveles de contaminación.

El tiempo total del proceso es de 90 minutos. El biosensor tarda dos horas en hacer el análisis, 1,6% del tiempo que demoran los laboratorios tradicionales, que tardan entre 5 a 12 días.

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