Publicidad
La globalización también sufre los «estragos» del cambio climático Calentamiento Global

La globalización también sufre los «estragos» del cambio climático

Un promedio de temperatura anual de unos 13 grados Celsius puede constituir condiciones laborales óptimas. Cuando el termómetro sube más allá de unos 26°C, los trabajadores empiezan a volverse menos productivos en industrias como la minería, la construcción o la ingeniería forestal, donde no se puede huir a oficinas con aire acondicionado.


A un siglo de la primera cadena de montaje de Henry Ford, la economía mundial entera se ha transformado en una sola cinta transportadora. Y esa cinta se está calentando.

Cuando golpean las catástrofes meteorológicas, los estragos más costosos suelen provenir no de las olas de calor, sino de inundaciones, huracanes e incendios arrasadores. Los desastres naturales provocaron miles de millones de dólares en daños el mes pasado, según un informe reciente, desde los incendios fuera de control en Canadá (US$3.100 millones) y las inundaciones en Europa (US$4.600 millones) hasta los estragos provocados por tormentas en Estados Unidos (US$1.000 millones).

Sin embargo, las pérdidas económicas debidas a las 300 muertes causadas en abril por olas de calor en India están categorizadas como “desconocidas”. Puede que pronto no sea así, ya que esas muertes son un presagio para cualquier mina, selva tropical o valle en la cálida franja media de la Tierra, de cuyo suelo se sacan los componentes básicos de las economías desarrolladas.

Hoy en día, la producción industrial utiliza instalaciones en varios países, cada uno de los cuales tiene una función secuencial en la transformación de materias primas en productos acabados. Los materiales importados pueden mantenerse sin terminar incluso después de su exportación a la próxima estación de la cadena de montaje internacional. Resulta que esta “especialización vertical” podría tener un punto débil en lo que atañe al cambio climático, según un nuevo estudio del Instituto Potsdam de Investigación del Impacto Climático. La producción industrial es tan fuerte como su vínculo más débil —o en este caso, el más cálido— de la cadena de suministro.

El estudio se basa en los flujos comerciales entre 26 sectores en 186 países. Al analizar datos económicos, demográficos y de temperaturas, Leonie Wenz y Anders Levermann descubrieron que el riesgo de pérdidas económicas provocadas por el estrés que genera el calor en los trabajadores se duplicó entre 2001 y 2011. Las pérdidas se filtraron por las cadenas de suministro de forma casi imperceptible. Pero si bien las pérdidas absolutas todavía son insignificantes, dijo Levermann, la tasa de cambio debería bastar para llamar la atención sobre los riesgos cada vez más grandes a medida que el mundo se calienta.

“Solemos pensar que el comercio nos permitirá adaptarnos al cambio climático”, dijo Solomon Hsiang, un profesor de Políticas Públicas de la Universidad de California en Berkeley que estudió los efectos del cambio climático sobre el desempeño económico, “pero este análisis subraya formas en las que de hecho la vulnerabilidad a los acontecimientos climáticos podría aumentar nuestra exposición a los riesgos climáticos”.

Ante la inminencia de un aumento de las temperaturas, los investigadores estudiaron qué implica eso para economías enteras. Un promedio de temperatura anual de unos 13 grados Celsius puede constituir condiciones laborales óptimas. Cuando el termómetro sube más allá de unos 26°C, los trabajadores empiezan a volverse menos productivos en industrias como la minería, la construcción o la ingeniería forestal, donde no se puede huir a oficinas con aire acondicionado.

Si bien este artículo académico del Potsdam analizó los efectos del calor, Levermann dijo que espera que se demuestre que otros golpes meteorológicos que están llamando más la atención —inundaciones, sequías, tormentas— tienen un efecto parecido sobre lo que podría ser una cadena humana industrial internacional cada vez más frágil.

Publicidad

Tendencias