Emprendimiento
Preside el Grupo Alto, que está presente en Chile, Colombia, México, Estados Unidos y España, aportando soluciones para reducir el «robo hormiga» en el retail, la evasión del Transantiago, los robos al transporte de carga y la emisión de licencias médicas falsas.
Jorge Nazer dice que fue una idea que fraguó junto a su ex socio, Juan Ignacio Piña, en medio de un asado en Puerto Varas como respuesta a una sensación de inseguridad que se había instalado en el ambiente: un modelo orientado a modificar la conducta de personas que cometían los denominados “robos hormiga” para así reducir las pérdidas que registraba la industria del retail.
Ambos eran abogados y se abocaron a sacar adelante este proyecto para ofrecerlo como una solución. Pero se enfrentaron a una realidad con la que debe lidiar todo emprendedor: el escepticismo de sus potenciales clientes. “Nosotros sosteníamos que si lográbamos tener la información de las personas que cometen delitos y perseguirlos selectivamente y penalmente, de manera de obtener condena, pero además comunicarlo en su entorno, podíamos reducir los delitos drásticamente. No nos pescó nadie”, recordó.
Pero la perseverancia finalmente rindió frutos, cuando un supermercado de Puerto Montt se interesó en aplicar el sistema. Comenzaba el año 2004 y nacía el Grupo Alto.
“El primer problema que tiene un emprendedor o un innovador es que alguien le crea y le compre el cuento. La nuestra era una idea nueva que nunca se había implementado y que alguien la comprara no era fácil. Pero en ese entonces el supermercado Líder de Puerto Montt, que hoy día es Walmart, escuchó que estábamos en esto y nos invitó a solucionar el problema que ellos tenían, y que en ese entonces era el robo hormiga. Nosotros dijimos ‘ok, démosle’ y partimos con un plan piloto que redujo a la mitad los robos. Ahí empezamos a pensar en grande”, dijo Jorge Nazer, cuyo testimonio de emprendimiento fue uno de los seleccionados el año pasado por el programa Valor Empresario, una mirada diferente, de BCI.
La prueba de fuego fue la implementación del mismo plan en Santiago, en 55 supermercados. Y tal fue el éxito del sistema, que pocos años después arribaron con él a Colombia y posteriormente a México. Durante los últimos años, Alto llegó a Estados Unidos y daba sus primeros pasos en España. Actualmente cuenta con alrededor de 5.500 locales de retail afiliados, está presente en 800 supermercados a lo largo de todo Chile y da trabajo a cerca de 300 personas.
[cita tipo=»destaque»] «Lo que nosotros queremos evitar es que estas personas se transformen en delincuentes. Una persona que no tenga una sanción adecuada en el momento adecuado, lo más probable es que lo vuelva a hacer. Entonces en Alto hemos ganado premios de innovación, de impacto social, porque en definitiva hemos interrumpido carreras delictuales».[/cita]
Hace 10 años pusieron en marcha un programa de innovación para detectar en qué industrias y en qué países podían aplicar el modelo. «Nos dimos cuenta que en cualquier parte del mundo donde existiera sanción a los fraudes y a los robos Alto podía estar (…) Fue cuando nos metimos en el área salud, donde empezamos a ver que las licencias médicas fraudulentas eran un tema que generaba pérdidas enormes a las empresas, y también a las aseguradoras y a Fonasa».
Actualmente Alto también trabaja también con la empresa operadora del Transantiago Alsacia, para reducir las elevadas cifras de evasión en el transporte público, y también para reducir los robos al transporte de carga.
Nazer explicó que el de Alto es un modelo «que permite reducir delitos, cambiar conductas y mejorar las pérdidas de las empresas» y que funciona con tres pilares muy básicos:
«Por un lado es la información, saber quiénes son, donde viven y cómo lo hacen las personas que te roban; en segundo lugar un sistema de persecución penal eficiente que permita perseguir todos aquellos casos que de alguna manera trasgreden las leyes, el que roba, el que da una licencia falsa en la pega; y por último, como la persecución penal por sí misma no funciona, tener un sistema de ‘marketing disuasivo’ que genere este ambiente de control y permita efectivamente reducir las pérdidas dentro de la empresa».
En todo este modelo juega un papel clave el logo de la empresa que está instalado en supermercados, grandes tiendas y en muchos de los buses del Transantiago. Éste consiste en un triángulo azul dentro de un círculo gris, acompañado de la leyenda «Alto» con letras de color rojo y en mayúscula. Y el hecho que pase prácticamente desapercibido para el ciudadano común, tiene para Nazer una explicación.
«El logo es inocuo para las personas que no cometen delitos y por eso sus colores. El gris es un color depresivo, el rojo es un color que llama la atención. Cuando tú juegas con los colores puedes llegar a las sensaciones de las personas y se supone que el triángulo con el círculo, más los colores, permite llegar a la sensación de una persona que se porta mal en ciertas circunstancias. Siempre decimos que 40 millones de personas al día ven este sello, pero sólo la reconocen aquellos que han robado y nosotros nos hemos hecho cargo de eso».
¿Y como opera?, el empresario y presidente de la compañía detalla que «cada vez que se toma detenida a una persona en un local se comunica a Alto. Cuando esa persona pasa al tribunal al día siguiente, hay un abogado de Alto pidiendo que quede en prisión preventiva o se llegue a un acuerdo. Dependiendo el tipo de delito que queramos controlar, nos paramos en cualquiera de los puntos del triángulo: si es retail es mucha persecución penal y comunicación; si son licencias médicas fraudulentas, es mucha inteligencia de la información y comunicación, más allá de lo penal; y cuando hablamos de evasión, tiene que ver más bien con aspectos culturales, comunicación, inteligencia y persecución penal. Entonces, cuando logramos entender por qué se cometen estos delitos, aplicamos nuestra metodología».
Nazer dice que lo que finalmente se persigue es que esas personas no vuelvan a delinquir. «Lo que nosotros queremos evitar es que estas personas se transformen en delincuentes. Una persona que no tenga una sanción adecuada en el momento adecuado, lo más probable es que lo vuelva a hacer. Entonces en Alto hemos ganado premios de innovación, de impacto social, porque en definitiva hemos interrumpido carreras delictuales».
Para Jorge Nazer, que el Grupo Alto apareciera entre las 10 mejores empresas para trabajar en Chile en el ranking de Grate Place to Work, da cuenta de un compromiso con cada una de las personas que allí se desempeñan. «Nuestra cadena de valor está dada principalmente en nuestra gente (…) que exigimos que sea feliz trabajando en Alto, que piense en grande, que quiera ser un emprendedor, que sepa que aquí se presentan oportunidades como en pocas empresas. El hecho de estar en una empresa emprendedora, en crecimiento, que crece a tasas del 30%, 40% anuales, permite que necesitemos mucha gente para poder conquistar el mundo. Entonces ¿a quién le echas la mano primero? A tu gente, par que se pueda desarrollar y pueda estudiar».
[cita tipo=»destaque»]»No hay conciencia de que el 10% de la población tiene algún grado de discapacidad. Ser discapacitado en Chile es realmente ser nada».[/cita]
También se muestra orgulloso del programa de inclusión que no sin dificultades logró sacar adelante y que permite que allí puedan desempeñarse personas con discapacidad.
«Yo tengo una hija con discapacidad y hace un tiempo atrás empezamos a ver cómo podemos promover la inclusión de gente con necesidades especiales. Es muy importante, para mí, para la empres, para todos».
Pero no fue fácil. Se queja de las trabas que existen en Chile para contratar a personas con discapacidad. «Para nosotros fue un parto», expresa, y lo atribuye a que en el país «no hay conciencia de que el 10% de la población tiene algún grado de discapacidad. Ser discapacitado en Chile es realmente ser nada».
Detalló que las trabas son » cosas prácticas, por ejemplo el tema de la isapre. Como tienen preexistencias, no puedes cambiarlo, no puedes contratarlo, tienes que hacerlo por boleta. Nosotros no hacemos eso, tuvimos que hacer un contrato, se perdieron beneficios. La Inspección del Trabajo pone unas trabas absurdas. Nosotros cumplimos todo para finalmente tener un programa de inclusión que permitiera a personas con discapacidad desarrollarse acá».
Finalmente, Jorge Nazer afirma que «la innovación sin riesgo no existe» y que por tanto para lanzarse con un emprendimiento sólo basta atreverse. «En Chile el 50% de los emprendedores lo es por segunda vez. A la primera no siempre te va bien, pero no hay que frustrarse. La pasión es importante, la idea es importante, la perseverancia. Y también que te acompañen, es súper importante».
«Yo creo en el emprendimiento como una forma de vida, porque lo que hace es cambiar el mundo. Una persona que está en el quintil más bajo puede pasar al más alto. Al final, a mi juicio, son dos factores de movilidad social clave: el emprendimiento y la educación. La educación es más lenta, hay que tenerla, sin duda, buena y de calidad, pero con el emprendimiento uno puede hacer un cambio muy rápido.
