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Desde que se conoció la noticia del acto generoso de Ali Shroukh, los medios internacionales y locales han invadido su pequeña clínica de urología ubicada en la parte superior de un centro comercial en Dahriya, un poblado rural en la frontera. Su teléfono no deja de recibir llamadas de agradecimiento de oficiales israelíes.
El viernes pasado, el Dr. Ali Shroukh, de ascendencia palestina, iba rumbo a Jerusalén para participar en las oraciones del Ramadán. El médico, que iba junto a sus hermanos en el auto en que viajaban, pasaron por una carretera en Cisjordania cuando se encontraron un vehículo que se había volcado.
Como buen doctor que es, corrió a auxiliar a las víctimas como destaca el New York Times, pero al acercarse notó que el auto era evidentemente judío. A pesar del detalle, igualmente socorrió a los ocupantes. El vehículo había chocado luego de ser atacado por un palestino. El chofer, el rabino Michael Mark, había fallecido, su esposa estaba gravemente lesionada y una de sus hijas adolescentes estaba seriamente herida. Al Ali Shroukh no le importó el actual conflicto que viven palestinos e israelíes, simplemente ayudó.
De hecho, los mismos israelíes han acusado a médicos palestinos de ignorar a los judíos heridos. En una ocasión, los doctores se burlaron de una mujer israelí que pedía ayuda luego de ser apuñalada en el cuello. La historia también se repite desde el bando contrario, donde palestinos acusan que no son ayudados por médicos israelíes.
Mientras atendía a las víctimas, llegó una ambulancia palestina que les recomendó que huyeran porque los soldados israelíes lo podrían arrestar, sospechando que él era un cómplice por no estar vestido como doctor y estar cubierto en sangre. Los colonos judíos podrían atacarlo como venganza, pensando que él era el atacante. “No importa si alguien es un colono, un judío o un árabe”, dijo. “Gracias a Dios les ayudamos”.
