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Mejorar la conexión neuronal antes del envejecimiento ayudaría a prolongar la vida

Mejorar la conexión neuronal antes del envejecimiento ayudaría a prolongar la vida

Una persona que va a desarrollar Parkinson, por ejemplo, ya en su segunda o tercera década de vida, puede presentar ciertas alteraciones como inflamación o determinadas características en la conectividad neuronal, que podrían prevenirse de forma anticipada.


Mejorar la función y conexión neuronal antes del envejecimiento, es un elemento clave para prolongar la vida, según estudios del doctor Pejmun Haghighi, investigador del Buck Institute of Aging de Estados Unidos, y quien dio a conocer estos hallazgos en Chile durante la inauguración del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo, GERO, de las universidades de Chile y Mayor.

“Muchas enfermedades del sistema nervioso tales como Alzheimer, ELA o Hungtinton,  tienen algo en común, y eso es, la anormal función sináptica, alteraciones que podrían ocurrir 20 o 30 años antes de que se gatillen las patologías. En nuestro laboratorio hemos investigado este fenómeno y analizado los mecanismos moleculares que hay detrás de ello, empleando como modelo de estudio a la mosca de la fruta,Drosophila Melanogaster”, señala el experto.

Según explica el científico, una persona que va a desarrollar Parkinson, por ejemplo, ya en su segunda o tercera década de vida, puede presentar ciertas alteraciones como inflamación o determinadas características en la conectividad neuronal, que podrían prevenirse de forma anticipada.

Neuronas y extensión de la vida

Así, la hipótesis del investigador es que promover de manera precoz la homeostasis sináptica- forma en que los circuitos neuronalesmantienen su actividad, asegurando  una comunicación estable y fiable-es fundamental para mantener la salud y evitar efectos dañinos de enfermedades al sistema nervioso.  En ese contexto, Haghighi ha realizado experimentos para mejorar esta función, logrando  extender los años de vida en la mosca de la fruta.

“Gracias a este modelo genético nosotros podemos manipular toda la actividad sináptica y ver avances en la salud de este insecto. Esto es: cambios en la habilidad locomotora, mejor regulación del movimiento, en la salud muscular, y una reducción de la degeneración, evitando así las consecuencias tóxicas para el envejecimiento del cerebro y las neuronas. Frente ello, pensamos  que mientras antes se pueda intervenir, mejor será el pronóstico”, comenta el investigador de Buck Institute.

Genes y terapia de Rapa Nui

En el laboratorio del doctor Haghighi se han identificado genes y mecanismos que participan en esta regulación, combinando los estudios con la imageneología y electrofisiología. En ese marco, el científico está empleando la Rapamicina (modificador de la via mTOR), compuesto que fue descubierto en la Isla Pascua en la década de los 70’ y que ha demostrado ser un regulador importante de la homeostasis proteica, ayudando a prolongar la vida en animales de estudio. En la industria farmacéutica, también se emplea para prevenir el rechazo en pacientes con órganos trasplantados, y en las cánulas implantadas en los pacientes con problemas coronario. Del mismo modo, se está probando como posible tratamiento para el cáncer.

“La Rapamicina tiene efectos sobre varias enfermedades neurodegenerativas. Esto, ya que ataca ciertos factores comunes implicados en el envejecimiento”, comenta Haghighi. Para el experto, este hallazgo es de particular interés, ya que las vías sobre las cuales actúa el medicamento, tienen un rol fundamental en la regulación de la vida, en una amplia gama de organismos y especies, que van desde la levadura, hasta los ratones.

Pese a ello, se sabe que hombres y mujeres envejecen diferente, y en ese plano, en el Buck Institute también está buscando marcadores que permitan explicar las diferencias del envejecimiento entre ambos sexos. En cuanto al uso de Rapamicina, han descubierto que tiene mejores efectos en las mujeres.

Por otro lado, se ha visto que el medicamento presenta algunas contraindicaciones, y por tanto, buscan cómo optimizar su utilización para preservar aquellas funciones que benefician al organismo.

Alianza entre Buck Institute y GERO

Retrasar las enfermedades del envejecimiento y aumentar los de años de vida saludable en la población, también es un objetivo de científicos chilenos, agrupados en el Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo, GERO, que dirige el doctor Christian González. La entidad, agrupa a profesionales de las Universidades de Chile y Mayor.

“Es un hecho que cada día la cantidad de adultos mayores a nivel mundial aumenta a pasos agigantados. Hacia el año 2050, uno de cada cuatro chilenos superará los 65 años. Además la expectativa de vida de nuestro país supera los 80 años, transformándonos en la segunda nación más longeva del continente. Sólo somos superados por Canadá. Por esta razón, nuestro mayor desafío como GERO es extender los años de vida sana de los chilenos a través de la prevención e incorporación de terapias efectivas”, explica el director de este centro de excelencia.

En ese contexto, GERO también potenciará sus investigaciones gracias a una alianza estratégica con el Buck Institute, mediante la cual, se espera comprender la relación entre envejecimiento y enfermedades asociadas a la edad, ayudando además a la generación herramientas para frenar estas patologías.

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