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Ya es tiempo de gestionar la edad Opinión

Ya es tiempo de gestionar la edad

Camila Quinteros
Por : Camila Quinteros Socia Fundadora 60 y Más Consultores
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La imagen devaluada que existe de la vejez impide que las generaciones más jóvenes vean a los mayores como personas productivas, sanas, independientes e integradas y esa imagen catastrofista de la vejez se traspasa a las propias personas mayores que terminan convenciéndose de que no pueden hacer tal o cual cosa a raíz de su edad. Como las profecías autocumplidas.


Hace algunos años que la expresión “Chile es un país envejecido” es conocida por todos. Autoridades políticas, empresarios y líderes de opinión de la sociedad civil han mostrado estudios y estadísticas que confirman que en nuestro país hay cada vez más personas de 60 años y más y que esas personas cada vez vivirán más años.

Sin embargo, pese a haber cierto consenso de que como país necesitamos de políticas públicas que garanticen el buen vivir en la vejez y que aseguren espacios de participación social y laboral efectiva para este grupo etario, pareciera que las personas comunes y corrientes (jóvenes y no tan jóvenes) no estamos tan dispuestas a darle espacio a las personas mayores especialmente en el ámbito laboral.

La imagen devaluada que existe de la vejez impide que las generaciones más jóvenes vean a los mayores como personas productivas, sanas, independientes e integradas y esa imagen catastrofista de la vejez se traspasa a las propias personas mayores que terminan convenciéndose de que no pueden hacer tal o cual cosa a raíz de su edad. Como las profecías autocumplidas.

Pero este fenómeno no está afectando solo a los de 60 años y más. En los últimos años las personas de 50 años aproximadamente, que están más próximos a jubilar, pero aún sienten el vigor, vigencia y entusiasmo de la juventud, han puesto de manifiesto las dificultades que han encontrado al momento de reinsertarse laboralmente o de mantener actualizadas sus competencias técnicas y profesionales.

Según la Encuesta Casen 2013, en Chile poco más de 5 millones de personas tienen? 50 años y más (29%). En tanto, son un poco más de 2,8 millones de personas (16,7%) las que superan los 60 años. Pese a que ambos grupos representan casi un tercio de la población nacional, en materia laboral, según la Nueva Encuesta Nacional de Empleo del INE 2014 las personas que bordean los 50 años comienzan a perder relevancia para el mercado laboral.

El año pasado, la Universidad de Santiago realizó el estudio “Mercado Laboral, Adulto Mayor y Personas Próximas a Jubilar en Chile: línea base y recomendaciones de diseño programático para los sectores Comercio, Servicio y Turismo con foco en mujeres” y entrega datos bien interesantes respecto de la realidad laboral de este grupo etario. Por ejemplo, que el comercio y sus derivados constituye la principal fuente de empleo para las personas mayores y en edad de jubilar, especialmente, para las mujeres. También muestra que, a medida que se acerca la jubilación, las personas optan por el trabajo independiente, principalmente las mujeres. También deja en evidencia la precariedad del trabajo en quienes laboran en forma dependiente, quedando reflejado en la inexistencia de contratos laborales.

La buena noticia, por otra parte, viene de parte de lo que piensan o valoran los empleadores de las personas mayores, al reconocerles su experiencia y mejor disposición a atender a los clientes. Incluso, algunos empleadores aseguran que lo que se suele llamar “lentitud” de la persona mayor, se transforma en un eje central de la atención de público que es percibida como algo positivo, porque el cliente siente que la persona se da el tiempo necesario para escuchar sus necesidades.

Otro factor que destacan los empleadores es la estabilidad y la disposición para enfrentar el trabajo: la persona mayor suele permanecer más tiempo en el trabajo, tiene menos licencias médicas y menos inasistencias que los jóvenes (es que la persona mayor no carretea hasta muy tarde, por lo que no suele sufrir los efectos de la resaca).

Si hay sectores como los de turismo, comercio y retail (que aportan considerablemente al PIB del país) que valoran el trabajo de las personas mayores y próximas a jubilar, por qué como sociedad insistimos en que a los 50 años la gente tiene que “irse para la casa”.

No todas las personas mayores o en edad de jubilar pueden desempeñar cualquier cargo, así como no todos los jóvenes podemos hacerlo. Pero tal vez, en un país donde cada vez hay menos jóvenes y los jóvenes que hay están envejeciendo, sería bueno reconsiderar las políticas de contratación, reorientar los perfiles laborales y generar mecanismos de difusión efectivos para poder llegar a este segmento etario.

La gestión de la edad al interior de las organizaciones es un área aún desconocida para muchas empresas, pero dado el envejecimiento del país, cada vez más necesaria.

Gestionar la edad y generar espacios de inclusión para las personas mayores y en edad de jubilar ya no son solo acciones de buena voluntad, es algo cada vez más perentorio que las empresas públicas y privadas deben asumir como desafío, si es que de verdad queremos ser una sociedad realmente eficiente y moderna. Una sociedad donde todos tengamos cabida, donde cada uno aporte lo mejor de sí, donde no sintamos que después de los 65 egresamos de la vida sin tener nada más que ofrecer, nada más que aprender.

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