Salud
Científicos están recolectando muestras de microorganismos con el objetivo de estudiar sus características y así a generar un tratamiento preventivo. A la fecha se han descrito más de 700 bacterias distintas en nuestra boca, muchas de ellas producen sustancias ácidas las que contribuyen al daño de nuestros dientes.
Desarrollar compuestos terapéuticos para prevenir las caries y otras patologías orales, es la meta que persigue el Dr. Jaime De Calisto, biotecnólogo y actual investigador de la Facultad de Ciencias, de la Universidad Mayor. Motivado por hacer frente a esta pandemia mundial, el científico está explorando la comunidad de bacterias bucales en adultos chilenos.
Alrededor de 100 voluntarios, hombres y mujeres de entre 20 y 40 años, están participando en estos estudios pioneros en Chile, los que cuentan con la colaboración de un equipo multidisciplinario de profesionales, entre ellos, odontólogos, bioinformáticos, bioquímicos y biotecnólogos de distintas instituciones chilenas y extranjeras. “Actualmente nos encontramos recolectando muestras de personas con y sin la enfermedad de caries, material que será analizado en colaboración por la compañía estadounidense uBiome. Nuestro primer objetivo es poder caracterizar a la microbiota oral de un segmento de nuestra población chilena, para luego identificar a las bacterias que estarían participando tempranamente en la aparición de las caries. Esta etapa es fundamental para nuestra investigación para que, a futuro, podamos generar un producto terapéutico contra éstas y otras patologías de carácter microbiano”, señala el Doctor en Ciencias.
El Dr. De Calisto espera poder desarrollar nuevas moléculas o compuestos altamente específicos contra los microorganismos que producen caries, y que además sean de baja toxicidad para las bacterias comensales. “Pensamos que una buena estrategia sería elaborar un producto de uso tópico, como por ejemplo, una pasta de dientes, una placa para usar de noche o una seda dental. Lo ideal es que funcione como terapia preventiva, y cuyo costo sea accesible para los usuarios y también para quienes lo produzcan”, comenta el académico de la Universidad Mayor.
La ruta de las caries
Según explica el Dr. De Calisto, las patologías orales, entre ellas la enfermedad de caries y la periodontitis, son las enfermedades de origen bacteriano más diseminadas en el mundo. Un factor determinante en la aparición de las enfermedades orales, es la higiene bucal. “La medida más eficaz que actualmente existe para evitar las caries, es el correcto cepillado después de cada comida”, señala el investigador. Sin embargo, esta práctica por sí misma no es suficiente, ya que existen diversos factores involucrados. El tipo de alimentos que se consumen -especialmente azúcares-, la ingesta de drogas como alcohol y tabaco, la falta de flúor e incluso la genética pueden contribuir enormemente a su aparición y desarrollo, argumenta el investigador. A esto se suma el rol protagónico de diversas bacterias orales que se alimentan de nuestra propia comida y producen una gran cantidad de ácidos orgánicos, lo que incide negativamente al proceso de remineralización del esmalte debido a la disminución del pH en nuestra boca.
El académico añade, que cada vez que ingerimos alimentos estamos alimentando también a nuestras propias bacterias y que la ingesta de leche, frutas o dulces, por ejemplo, conlleva a la producción de ácidos por algunas bacterias bucales, a través del metabolismo de los hidratos de carbono presentes en estos alimentos.
Análisis y búsqueda de compuestos
Considerando este complejo escenario, el científico espera indagar a fondo en la comunidad de bacterias orales de la población chilena, la cual aún no ha sido caracterizada en profundidad. En este plano, cobra vital importancia el estudio de la biopelícula dental, también llamada comúnmente placa dental, cuyo crecimiento debe ser evitado pues puede generar enfermedades mortales. Esto, ya que es un sitio donde se favorece el desarrollo de la resistencia a los antibióticos.
Respecto a las fases del estudio, el científico explica que en el transcurso de este año ya debieran tener los primeros resultados de los análisis de secuenciación genómica de los microorganismos. Esto, con el apoyo de la bioinformática, que permitirá analizar una gran cantidad de datos. Una vez se logre identificar a estas bacterias y las moléculas producidas por estos agentes, el Dr. Jaime De Calisto y su equipo de colaboradores esperan producir diferentes moléculas con un fin terapéutico. De ser exitoso en su investigación, el Dr. De Calisto espera poder iniciar en un par de años los primeros ensayos en el laboratorio para luego probar estos compuestos en pacientes chilenos.
