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Todos tenemos un viejo favorito Opinión

Todos tenemos un viejo favorito

Camila Quinteros
Por : Camila Quinteros Socia Fundadora 60 y Más Consultores
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El 31 de octubre terminaron, oficialmente, las celebraciones del Mes de los Más Grandes. Un mes que, desde el Estado y a través del Servicio Nacional del Adulto Mayor, busca relevar el rol de los mayores de 60 años con acciones que visibilicen a este grupo etario y al que se han ido sumando, paulatinamente, municipios, universidades, organizaciones sociales y empresas.


Es que la vejez del país llegó para quedarse y cada vez son más los que comprenden la necesidad de trabajar para el bienestar de las actuales y futuras generaciones de viejos.

Entre todas las actividades que se llevaron a cabo durante el mes, hubo una que llamó la atención. Se trata de una iniciativa que comenzó a circular discretamente en redes sociales bajo el nombre de Mi Viejo Favorito. Ahí, diversos rostros de la televisión especialmente presentaron a su “viejo favorito”. Principalmente eran abuelos, madres e incluso bisabuelas. Sin embargo, hubo dos jóvenes que quisieron destacar la relación con sus jefes, a quienes consideraron como sus viejos favoritos. Uno fue el doctor Diego Quispe, que eligió al doctor Roberto Hoppmann y el otro fue José Miguel Ventura, de Adimark, que escogió a su ex jefe Roberto Méndez.

En las fotos de estas parejas intergeneracionales se podía leer una frase corta que explicaba la importancia de ese viejo en la vida de ese joven. Ahí pude comprobar, una vez más, que la influencia de los más grandes, con más experiencia, es fundamental en el desarrollo personal y laboral de los jóvenes. Y esto va más allá del parentesco familiar.

Hay quienes valoran los cambios sociales que generaron los mayores de 60 años. Es el caso de Karol Lucero, quien reconoce que gran parte de cómo es la sociedad actual y sus beneficios son producto del esfuerzo de sus padres, abuelos y bisabuelos; otros, como los conocido bailarines Power Peralta agradecen que su “Tata” sea su cable a tierra y los invite a valorar lo que han logrado y a no perder el foco. La actriz Carola Arredondo, por ejemplo, se siente portadora de la herencia social y política de su abuela, la actriz Gabriela Medina. Y en el caso de José Miguel Ventura, él reconoce su admiración por Roberto Méndez y dice que le gustaría ser como el ex presidente de Adimark.

Es curioso que en la privacidad de las relaciones familiares o laborales los más jóvenes reconozcan abiertamente la influencia positiva de las generaciones que les anteceden, pero que a nivel societario tengan tanta distancia con la vejez y con las personas mayores, perpetuando así esta imagen negativa que existe de los mayores, que se asocia a soledad, deterioro, abandono, enfermedad, etc.

Está claro que la mayoría de las personas mayores en Chile está en perfectas condiciones para desempeñarse a la perfección sin mayor ayuda. Por supuesto que existe un porcentaje de personas que requiere de apoyo y cuidado, pero no es una generalidad y eso no justifica su discriminación.

Todos tenemos un viejo favorito. En mi caso mis papás y mis abuelos maternos me han marcado a fuego. No sería quien soy si no fuera por ellos, por sus consejos, enseñanzas, retos, castigos e incondicional apoyo. Y creo, sinceramente, que todos tenemos un viejo favorito, sea familiar o no.

La iniciativa de Mi Viejo Favorito es un buen punto de partida para que, especialmente, las generaciones más jóvenes comiencen a ver el aporte y la influencia que los mayores tienen en su vida y así valorar el rol de los más viejos y entender, de una vez por todas, que los años por sí solos no bastan para quitar del camino a las personas. El más viejo, como dice Joaquín Sabina, es  “superviviente, sí. Maldita sea. Nunca me cansaré de celebrarlo. (…) Si me tocó bailar con la más fea, viví para cantarlo”.

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