Crítica gastronómica
Constantemente se hacen aperturas de restaurantes peruanos en nuestra capital, pero no como ésta. El chef, Mitsuharu Tsumura, decidió abrir su primer restaurante fuera de Lima, y no con el mismo nombre que el premiado Maido (sí con 10 platos insignias del mismo). El espacio es el mismo que ocupaba Osaka –dicen que no son buenas las comparaciones, pero como no hacerlo- comparten un mismo estilo y ambos, aunque Osaka no esté operativo en este momento, pelearán por estar en el podio.
El espacio parece ser más amplio por su iluminación y el montaje de las mesas. El cuero y la madera abundan en el salón y lo convierten en un espacio sobrio, impecable y elegante.
El restaurante se encuentra en su marcha blanca, aún así, cuesta perdonarles detalles en su partida por su altos precios (de los más altos). El vino fue el único detalle que opacó el servicio, una demora enorme para saber con qué vinos contaban y peor aún para traerlos. Punto bajo para una atención que venía perfecta.
La cocina tuvo más demora de lo esperado pero, podría haber sido peor y seguiría valiendo la pena. La calidad de la materia prima y la perfecta manipulación hacen que sea un restaurante de alto nivel, lo más alto que se pueda imaginar.
¿Qué probamos? Gyoza ($8.900), 5 unidades rellenas de cerdo y langostino. En donde el ponzu y el intenso sabor a cerdo mandan. Luego, Sashimi Karai ($13.500), 12 cortes de frescos pescados sobre una capa de hielo, derroche de frescura. Desde Maido: Cebiche Sansei ($12.200), pescado del día con ostiones y locos, además de su particular leche de tigre nitrogenada, la cual al tomar la temperatura pasa de tener una sólida textura a estar líquida y con la temperatura ideal. Lo mejor: Nigiri Intruso ($4.900) Foie Gras, tare y sal de cáhuil. Una perfecta combinación que al ser sopleteada en la mesa, arman una atómica explosión de sabores, si le gustan los sabores intensos, vaya por el. Cómo no ponerlos a prueba con un Lomo Saltado ($17.000), preparado con filete y papas chancheras aplastadas, además acompañado con una porción de arroz -que pareciera ser el mismo que usan en sus rollos-solo aplausos.
Todo esto fue acompañado de San Pedro Sideral de Altair ($49.800) después de una larga espera.
Bienvenido Karai, como tú hay pocos.
Isidora Goyenechea 300, Hotel W, 4to. Piso. Las Condes
Servicio: Bueno (84%)
Comida: Excelente (97%)
Ambiente: Excelente (90%)
Precio: De los $ 30.000 a $ 40.000
