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Con pulseras inteligentes científicos estudiarán impacto de caminata en prevención del Alzheimer Salud

Con pulseras inteligentes científicos estudiarán impacto de caminata en prevención del Alzheimer

La investigación, centrada en personas que se encuentran en etapas previas al diagnóstico, busca entregar recomendaciones específicas respecto a cantidad de pasos diarios en poblaciones de riesgo. Es primer estudio clínico en Chile sobre medidas preventivas para esta enfermedad, que afecta al 7% de los adultos mayores del país y que en los últimos 20 años ha duplicado su tasa de mortalidad. “Al ser una población que está envejeciendo, es importante realizar hallazgos de la realidad local, porque tenemos características distintas a países como Estados Unidos y Japón”, explicó Nicole Rogers, directora del proyecto.


Un grupo de investigadores de la Universidad de Chile, impulsado y financiado por el Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica, BNI, iniciará en las próximas semanas, un estudio clínico con pacientes en riesgo de Alzheimer. A través de pulseras inteligentes y una plataforma que recolectará los datos proporcionados por una cohorte de 30 personas, el proyecto busca especificar el impacto de la caminata como un factor de protección contra esta enfermedad.

“El origen de la investigación está en el rol de la inflamación como fenómeno fisiológico en enfermedades como la diabetes o la obesidad, dado que también son factores de riesgo importantes para el desarrollo de demencia, y en ambos casos, la actividad física es un elemento de protección. Hay bastante evidencia científica al respecto, en relación a que la actividad física optimiza la memoria dependiente del hipocampo, que es la que se compromete en los pacientes con Alzheimer”, dijo Nicole Rogers, neuróloga de la Universidad de Chile y directora del proyecto.

Se trata del primer estudio clínico en nuestro país asociado a factores de prevención de esta enfermedad, cuyas investigaciones actuales apuntan, en su mayoría, a análisis celulares y moleculares en animales. El Alzhéimer afecta actualmente al 7% de los adultos mayores chilenos, de acuerdo al Reporte Mundial elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en los últimos 16 años ha duplicado su tasa de mortalidad, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas, a través de su estudio de Estadísticas Vitales del 2016.

Evaluar impactos en realidad local

El impacto de la actividad física en la prevención de esta patología se vincula a factores como una mayor irrigación sanguínea al cerebro, el nacimiento de nuevas neuronas y sinapsis y por el efecto antinflamatorio de ésta. Y es que el sedentarismo, la mala alimentación, la obesidad en edad media de vida, la hipertensión y el colesterol alto son algunos de los factores de riesgo de una enfermedad que actualmente causa más de 1,54 millones de muerte a nivel mundial (más del doble de las registradas al año 2000), según la OMS.

El estudio se llevará a cabo desde el mes de diciembre, en su primera etapa, con un monitoreo inalámbrico a través de una pulsera electrónica que proporciona datos como cantidad de pasos, frecuencia cardíaca y una estimación de las fases del sueño y la calidad del mismo. El dispositivo permite conocer, además, la periodicidad e intensidad de la actividad que realizan los pacientes, y es sincronizado por un Smartphone conectado a una plataforma de nube que realiza un registro diario de pasos. En una segunda etapa, los individuos –adultos mayores sanos y otros que ya manifiestan los primeros síntomas de la fase previa a la prevalencia– serán intervenidos en su actividad física.

“Queremos ver cómo los adultos mayores se están moviendo en Chile con un registro mensual de pasos y luego de eso realizar las intervenciones. El ideal para tener efectos metabólicos es una meta de 7 mil pasos diarios y a partir de ahí veremos si hay cambios en el estado de los pacientes. Caminar es una intervención sencilla y queremos ver sus efectos reales, porque buscamos tener estimaciones específicas para la población chilena. Al ser una población que está envejeciendo, es importante realizar hallazgos de la realidad local, porque tenemos características distintas a la población de Japón o Estados Unidos”, agregó Rogers.

Aporte a políticas públicas

Financiado por los fondos Semilla del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica, el estudio será realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en colaboración con especialistas del Hospital Clínico de la misma casa de estudios. En su realización, participará María Isabel Behrens, directora del Departamento de Neurología y Neurocirugía del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y quien en 2011 lideró una investigación junto a un equipo de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, que reveló que pacientes con cáncer sufren menos Alzheimer.

“No se conoce tratamiento curativo para el Alzheimer, por eso todas las medidas de prevención son muy importantes. Este proyecto podría entregar recomendaciones en evidencias científicas cuantificables, específicamente en número de pasos al día que son necesarios para las poblaciones de riesgo. Podría significar una novedad importante, porque si se muestran datos concretos y recomendaciones claras, se podría convencer de mejor forma a las personas de hacer cambios en sus estilo de vida”, comentó la facultativa.

Behrens destacó que estudios clínicos con hallazgos concretos, y que no son habituales en las investigaciones que se llevan adelante en la batalla contra enfermedades de la memoria en edad adulta, contribuirán a proporcionar información específica y útil para enfrentar actual realidad demográfica del país, un fenómeno de características recientes y que tendrá un impacto significativo y creciente en la salud pública durante las próximas décadas.

“La sociedad chilena está envejeciendo muy rápido, hoy vivimos más y hay más personas en edad de riesgo para enfermedades como el Alzheimer, que es una de las más invalidantes. Chile era un país de gente joven con problemas de desnutrición en niños hace algunas décadas, y de pronto somos un país con población envejecida. Y las políticas públicas no se han adaptado a esos cambios, es necesario incorporar medidas más efectivas. Y ese es el objetivo de este proyecto”, puntualizó.

El valor de la tecnología

Se estima que el proyecto entregue sus primeros resultados en un plazo de seis meses a contar del inicio del estudio. En paralelo, la investigación se complementará con un análisis de ratones envejecidos, a fin de identificar cambios moleculares y el impacto de la actividad física en la memoria. Carol San Martin, doctora en ciencias biomédicas e investigadora del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, espera que las conclusiones del estudio –el primero de su tipo en nuestro país– aporte tanto a futuras investigaciones científicas en el campo de la memoria como a nivel de cuidados de las poblaciones de riesgo.

“En Chile se hace bastante investigación sobre Alzheimer, pero por lo general es de biología molecular y celular, y muy poca gente está trabajando directamente con pacientes o potenciales enfermos. Eventualmente, si encontramos algún impacto podremos empezar a ver qué células se comprometen o qué efectos se dan a nivel cerebral o de neuronas. Si nos va bien y podemos tener resultados positivos, será una señal de alerta para la población, ayudándonos a entender que debemos empezar a prevenir antes de tiempo”.

El grupo de investigadores también valora que la incorporación de herramientas digitales para estudios de carácter clínico, aportará en materia de innovación tecnológica en salud en Chile. “La plataforma que usamos para centralizar los datos de la pulsera es una herramienta pagada y hecha en Estados Unidos. Esperamos que eventualmente en el futuro podamos contribuir a desarrollar una plataforma local. Creemos que este tipo de proyectos puede servir a que empecemos a trabajar con redes de ingeniería e informática que están haciendo innovación en Chile”, subrayó San Martin.

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