Gastronomía
La guerra por ser uno de los mejores restaurantes de Chile ha sido siempre difícil. Pero Ox, ha sabido encontrar su lugar en el mundo gastronómico santiaguino. Con las carnes como especialidad, este restaurante de estilo simple pero vanguardista, logra deleitar el paladar de sus clientes.
En el 2007 nació Ox, un restaurante que buscaba replicar el estilo americano del Steakhouse y dotarlo de un toque único. Hoy, sin duda se ha reinventado. Todo esto, en una guerra por convertirse en el exponente máximo de las carnes en Chile. Pero Ox está firme en la competencia, de hecho, en la segunda versión de los Premios Cookings, realizada la semana pasada, salió segundo en la categoría de “Mejor Restaurante de Carnes”.
Y es que sin duda, este lugar promete, sobretodo para quienes gusten de buenas carnes, buen servicio y ricos vinos. Es por eso, que se recomienda empezar con un Tartar de Carne y Carpaccio de Res, acompañado de un rico puré de alcaparras, pequeños pedazos de pan y limoneta. Un toque fresco pero con sabor potente que es un gran punto de partida.
Seguido, pero alejándose de las carnes, está la Trilogía de Centolla. Este es un plato para los amantes del mar, pues tiene una mezcla perfecta entre la centolla gratinada, el queso y la crema.
Para los fieles de lo tradicional, pero que deseen probar algo nuevo, el Eggroll de Prietas es la opción. Pequeños pedazos de prietas envueltos en rollitos fritos es una forma novedosa y apetitosa de comer algo tan típico chileno como la prieta. Y es que con más de 10 años de experiencia, Daniel Galaz, su chef ejecutivo, y Daniel Avayú, su dueño, han sabido adoptar las tendencias internacionales pero siempre manteniendo el estilo simple y elegante como sello.
De plato principal pedimos un Asado de Tira y Pollo a la Parrilla, acompañados de una Ensalada Chilena, paltas rebanadas y Papas Fritas con ketchup y merkén. Lo que llama la atención es que si bien los platos son simples y sin mayor decoración, eso no quita que el sabor deleite al paladar y represente la cocina chilena en su esplendor. Este grupo de platos son perfectos para la degustación y dan a entender el estilo tradicional que el Ox quiere proyectar.
Para finalizar, el postre mantiene el estilo y sorprende. El Sorbet de tres sabores es la mezcla justa y precisa de pequeños helados, que refrescan una buena tarde de verano. La sorpresa es un algodón de azúcar, que sea quien sea se verá tentado a probar, porque básicamente es un viaje a la memoria de nuestra niñez.
