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Lograr mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer es el objetivo de las investigaciones sobre la enfermedad. Por eso el Centro de Excelencia en Medicina de Precisión (CEMP) de Pfizertiene esa misión como su horizonte y, junto a ello, busca mejorar el ecosistema colaborativo entre lo público y privado en nuestro país.
No hay duda que el cáncer es un enigma para todos. De hecho, se estipula que un tercio de la población morirá a raíz esta enfermedad. Aun así, hoy existen tratamientos y opciones para mejorar la calidad de vida de las personas. Pero, ¿cómo se logra eso? La respuesta va de la mano de la investigación colaborativa público-privada que tiene como objetivo contribuir a mejorar los tratamientos.
El Centro de Excelencia en Medicina de Precisión (CEMP) de Pfizer Chile, el primero de la compañía en Latinoamérica, es uno de los actores que busca investigar y desarrollar mejores alternativas. Hoy, su investigación se centra en el cáncer, especialmente el de pulmón y mama, buscando entender las bases moleculares de la enfermedad. “Este enfoque que se llama medicina de target o de precisión, junto con la inmunología están cambiando el paradigma en la forma en la que se entiende la enfermedad, se diagnostica y se da tratamiento”, señala Ricardo Ávila, director ejecutivo del CEMP.
La medicina de precisión es un enfoque para el descubrimiento y desarrollo de medicamentos y vacunas que permitan conseguir resultados más efectivos para los pacientes, mediante la integración de la información clínica y molecular para entender las bases biológicas de la enfermedad. Y si bien el CEMP se especializa en cáncer, la tecnología que ocupan puede ser ocupada en otras enfermedades, por ejemplo, las relacionadas con la inmunología o las cardiovasculares.
Pero más allá de los detalles tecnológicos de su investigación, es importante recalcar que para alcanzar esto es necesario crear un ecosistema colaborativo. Y es aquí donde Pfizer lidera la carrera.
En Chile se ha generado una política a largo plazo para la inversión y desarrollo en investigación, y es bajo este marco que se generó el programa de Atracción de Centros de Excelencia Internacional de Corfo gracias al cual surgió el CEMP.
“Instalamos el primer centro de investigación aquí en Chile y el objetivo que tiene este centro, además de avanzar en la investigación misma, es contribuir al desarrollo del ecosistema chileno de investigación y desarrollo. Entonces, en los países latinoamericanos siempre vemos que las investigaciones se hacen principalmente en Estados Unidos y en Europa y que los pacientes que participan en los estudios son generalmente de esos mismos países y los pacientes latinoamericanos se ven menos representados. Y muchas veces tomamos decisiones en salud basados en información de otros países que tienen poblaciones diferentes a las nuestras”, comenta Ávila.
Y es que cada población tiene distintas características físicas, ambientales y genéticas, entre otras; es por eso que según señala Romina Hidalgo, líder de en colaboración y transferencia tecnológica de CEMP, es un gran reto el que tenemos por delante y es importante lograr mucha sinergia y generar un cambio cultural que permita la colaboración entre el mundo privado, público y la academia. “Los profesionales tenemos que tener una visión mucho más integral, multidisciplinar y saber trabajar con otros. Esto es lo clave, porque implica desde habilidades blandas hasta entender diferentes culturas y formas de trabajo. Y eso nosotros también lo vemos desde la industria en la conversación con la academia, porque a veces el lenguaje no es el mismo aunque queramos cosas parecidas”, dice Hidalgo.
Es por esto que trabajan con universidades y otros centros, logrando lo que llaman “polinización cruzada”. Pero lograr este efecto y acceder al objetivo de diversificar la economía y darle un valor agregado mediante la investigación y mejoramiento de los tratamientos, es un camino que requiere de esfuerzo y trabajo conjunto.
“Estamos enfocados en mejorar la calidad de vida de las personas, eso lo tenemos súper claro. Trabajamos en función de eso y colaboramos con los investigadores para potenciar su investigación y hacer que los resultados de la ciencia contribuyan a solucionar problemas de salud, llegando a quien tiene que llegar, lo cual no se da de manera espontánea. En Chile hay buena ciencia, pero a veces no avanza a la velocidad que uno quisiera, no siempre llega donde un investigador quiere que llegue porque no se dan ciertos pasos intermedios”, comenta Hidalgo.
Y añade que “es un tema de cambio cultural que se va dando de a poco, implica a veces cambios en la forma de hacer las cosas, cambios en la forma en que se interactúa entre equipos y grupos de trabajo. Entonces nosotros trabajamos de la mano con las universidades y las oficinas para para fomentar una cultura de colaboración. Y no es que la gente se niegue a sumarse, es que a veces no conocen la manera de llegar”.
Es por esto que la misión de CEMP es mejorar los mecanismos de colaboración entre los actores de la investigación en Chile y, tal como dice Ávila, “minimizar la desventaja de trabajar en islas, en donde se colabora poco y se desaprovechan oportunidades de sinergia”. Así, se optimizaría el uso de recursos y tiempo, y se lograría generar el cambio cultural que la investigación chilena está buscando.
