El Índice de Confianza al Consumidor (ICC) sufrió una importante caída de 10,1 puntos durante marzo, debido a sus menores expectativas para el país de corto plazo, según la medición que dio a conocer este miércoles la Cámara de Comercio de Santiago.
Según el sondeo, las expectativas de las empresas también bajaron –aunque en menor medida- por su reducción en las ventas esperadas a un año. Ambos efectos fueron producto del impacto que causó el terremoto del pasado 27 de febrero, tanto en la población como en el sector empresarial.
Es así, que el ICC cayó en 10,1; retrocediendo a 50,4 unidades, luego de que la cifra de diciembre había alcanzado los 60,5 puntos.
La medición del ICC se realizó a un mes desde que ocurrió el terremoto en la zona centro- sur de Chile.
Los entrevistados manifestaron un alto nivel de confianza en las expectativas de largo plazo para el país a tres años, las que prácticamente se mantuvieron con 75,6 puntos de los 76,4 puntos de diciembre. Sin embargo, la caída del ICC se explica por la reducción de las expectativas del país para el corto plazo –a un año- que cayeron de los 75,9 puntos de la medición anterior a 58,1 puntos en marzo.
A lo anterior se suma la reducción en las expectativas para la compra de bienes de línea blanca que bajaron de los 47,7 puntos de diciembre de 2009 a 32,4 puntos en la actual medición y también en el descenso en la adquisición de vivienda o auto de 51,2 puntos a 31,5 puntos en marzo.
Respecto a los temas de contingencia que se incluyen en cada una de las mediciones del ICC, llama la atención que un alto número de los entrevistados manifestó que no teme perder su empleo, sin embargo, también un elevado porcentaje (78%) señala que no se va a endeudar en los próximos tres meses, lo cual se agrega a la menor disposición a adquirir bienes de línea blanca, vivienda y automóviles.
Cabe destacar respecto al empleo que más de la mitad de los entrevistados afirmó que es difícil -o muy difícil- encontrar trabajo actualmente, proporción que es menor a la observada para septiembre de 2009.
A juicio de la encuesta, el terremoto también ha afectado el clima de optimismo entre las empresas del país, si bien la intensidad del impacto recogida en esta primera e inmediata fase de evaluación es relativamente leve a la luz de los daños humanos y materiales que dejó el sismo.
Comparativamente, dicho impacto resulta inferior al que se observó a fines de 2008, al desencadenarse la etapa más compleja de la crisis internacional. En efecto, en diciembre de ese año, el Índice de Expectativas Empresariales de la CCS (IEE) cayó casi 14 puntos y se ubicó en zona de pesimismo, por debajo de los 50 puntos. En marzo de 2010, en cambio, el índice bajó sólo 4 unidades, manteniéndose en zona de optimismo (68 puntos).
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