El ahora renunciado Director Nacional de Gendarmería, Iván Andrusco, reafirmó que nunca ha estado vinculado a causas de Derechos Humanos y acusó manipulaciones y odio tras estas acusaciones que lo ligan al Caso Degollados.
«Lo he dicho y no dejaré de repetirlo: jamás he estado involucrado ni directa ni indirectamente en algún acto vinculado a violaciones a los derechos humanos, como se pretendió hacer creer. Niego categóricamente las imputaciones infundadas, injustas y crueles que se me han dirigido», afirmó en una declaración pública en la que detalló las causas de su renuncia al cargo.
Asimismo dijo que grupos minoritarios, «utilizando la bandera de los derechos humanos», han pretendido «manipular su causa para perseguir a personas, cuyo único ‘pecado’ fue pertenecer, en grados y funciones subalternas, a instituciones de las Fuerzas Armadas y de Orden. Es tanto el odio que los impulsa, que recurren a acusaciones y culpabilizaciones sin pruebas que los respalden».
«Hoy, sin trepidar en nada con tal de conseguir sus fines políticos, me han amenazado de muerte. Han llegado a un límite que demuestra que nuestra convivencia democrática aún mantiene en su seno heridas y lacras», agregó.
En este sentido, dijo que «inspirado en la obligación moral que tengo de no exponer la integridad de mi familia, he decidido presentar mi renuncia al cargo. Con esta decisión podré disponer de la libertad para defenderme de las falsedades que algunos quisieron hacer pasar por «hechos» y, que bajo el pretexto de la defensa de los derechos humanos, atentan contra lo que también es un derecho ciudadano: el respeto a la honra y la dignidad personal».
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