El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se reunió este miércoles con representantes del Consejo de Alta Dirección Pública para analizar y profundizar ese sistema, que es central para la política de Recursos Humanos de esta cartera y la agenda de Modernización del Estado, uno de los pilares programáticos del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
Tras el encuentro, el secretario de Estado destacó que «fue un encuentro muy interesante y fructífero. Intercambiamos puntos de vista sobre el funcionamiento y futuro de la Alta Dirección Pública. Este sistema es uno de los pilares fundamentales de la Modernización del Estado y es una herramienta esencial en el mejoramiento de la gestión pública y el uso eficiente de los Recursos Humanos del Gobierno»,
Larraín agregó que una buena noticia en ese sentido es la reciente designación, por parte del Presidente Piñera, del nuevo Director del Servicio Civil y Presidente del Consejo de Alta Dirección Pública, Carlos Williamson, «quien reúne extraordinarias condiciones para desempeñar esa labor».
Por su parte, el Consejero Mario Waissbluth afirmó que tiene el más íntimo convencimiento de que el sistema de Alta Dirección Pública es la reforma del Estado más importante de las últimas décadas en Chile y que es un bien público que todos tienen que salvaguardar.
«Es fundamental que todos en Chile cuidemos, protejamos, acrecentemos y perfeccionemos el sistema de Alta Dirección Pública», dijo junto asegurar que la cita fue con el propósito de «buscar formas y fórmulas para fortalecer el sistema, darle credibilidad y ampliarlo».
El Consejero Waissbluth añadió que «estuvimos barajando una serie de medidas de corto, mediano y largo plazo cuyo propósito sea fortalecer el sistema», algunas de las cuales están en manos directamente del Poder Ejecutivo y otras que requerirán proyectos de ley.
En ese sentido, hizo un llamado a las fuerzas políticas de la Concertación y de la Alianza para retomar el pacto que dio vida al sistema de Alta Dirección Pública.
«Lo que se necesita nuevamente es un pacto político entre la Concertación y la Alianza en que el propósito esencial sea el desarrollo y credibilidad del sistema de Alta Dirección Pública», sentenció Waissbluth.
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