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Dueños de San Esteban evitan atribuir responsabilidades y dicen que esto se verá en proceso judicial


En la segunda parte de la visita a la comisión investigadora de accidente minero, donde los diputados hicieron sus preguntas, los propietarios de la empresa minera San Esteban, evitaron esta tarde atribuir responsabilidades por el accidente ocurrido en el yacimiento San José, afirmando que esto se verá en el proceso judicial que se está llevando a cabo.

Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny aseguraron que es importante determinar qué fue exactamente lo que sucedió en las faenas del pique atacameño y aseguran que ha sido difícil dar una explicación al desprendimiento del bloque que mantiene a 33 mineros atrapados a 700 metros bajo tierra desde el pasado 5 de agosto.

Bohn pidió disculpas por la angustia que se ha vivido en estas semanas, sobre todo en las familias de los trabajadores e insistió que «la responsabilidad es otro tema».

Asimismo, el empresario argumentó que el accidente que provocó que el minero Gino Cortés perdiera una de sus piernas no es comparable al movimiento del bloque de 700 mil toneladas que hizo colapsar los accesos al pique. Según él, esto no se relaciona entre sí.

En cuanto a medidas de seguridad, el ejecutivo explicó que analizaron implementar la chimenea como vía de escape, pero que por motivos de peligrosidad, esto no se hizo y no se escaló hacia el ducto, ante lo que se establecieron refugios múltiples, lo que habría aceptado Sernageomin.

Admitió también que no tenían conformadas cuadrillas de rescate, y que solamente algunos de los trabajadores habrían trabajado en situaciones de emergencia.

Finalmente, Bohn declaró que no hay intención de que la mina San José siga funcionando.

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