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Fiscalía afirma que Pilar Pérez mantenía un ‘amor enfermizo’ por su hijo


Un «amor enfermizo» por su hijo habría tenido a María del Pilar Pérez, según la Fiscalía Metropolitana Oriente, razón que según argumentaron llevó a la arquitecta a planear el crimen de su ex esposo Francisco Zamorano y la pareja de este Héctor Arévalo.

La Fiscalía Metropolitana Oriente aseguró al tribunal que probará cada uno de los hechos que se les imputan a María del Pilar Pérez y el presunto sicario José Ruz Rodríguez durante los alegados de apertura del juicio contra ambos.

Los imputados arriesgan penas de dos presidios perpetuos calificados por los asesinatos del joven economista Diego Schmidt-Hebbel, y el doble homicidio de la pareja homosexual, todos crímenes cometidos el año 2008 y con desfase de siete meses.

Iniciando la primera jornada de alegatos que se extendió por más de seis horas, el fiscal Rodrigo Lazo explicó que el caso se podía comparar con un cuento de terror, en el que se pueden encontrar víctimas, villanos y héroes.

Desarrollando esa metáfora el Ministerio Público no limitó palabras para definir que el actuar de Schmidt-Hebbel es calificado como heroico, ya que no sólo procuró salvar la vida de María Belén Molina, la mujer que amaba, el 4 de noviembre de 2008, sino además a toda la familia de su novia.

La familia de al lado donde vivía Pérez era también su propia familia, su madre, su hermana y su sobrina, y según el Ministerio Público eran el blanco de la arquitecta ese día y por lo cual habría pagado para hacer desaparecer a Agustín Molina su cuñado quien entorpecía sus pretensiones de quedarse con toda la fortuna familiar.

Asimismo, el prosecutor dijo que la muerte de Diego logró desenredar un capítulo tanto o más peor que la planificación de los crímenes de calle Seminario que habría inducido Pérez, refiriéndose al parricidio de su ex marido ocurrido siete meses antes.

EL DOBLE CRIMEN

Durante los detalles de este doble homicidio, el fiscal Lazo dijo que no cuentan con testigos presenciales del hecho, pues ambos murieron a manos del sicario Ruz que mediante una alta oferta monetaria, prometida por Pérez, habría ingresado el 23 de abril de 2008 al domicilio de José Miguel Infante 1020 que habitaba Francisco Zamorano a quien intimidó en su pieza y obligó, junto a su pareja, a recostarse en el suelo para luego propinarles dos certeros balazos en la nuca. Nadie escuchó nada puesto que la pistola tenía silenciador.

Pese a no existir testigos en la escena del crimen, el fiscal Lazo aseguró que «el sitio del suceso» hablará por sí mismo, basándose en los peritajes científicos que lograrán comprobar la dinámica del crimen y también el video que registra la presencia de Ruz en el lugar al momento del deceso de ambos profesionales.

Respecto a la motivación de este último crimen, el fiscal Lazo dijo que esta vez no fue por codicia.

En alegatos de apertura el prosecutor sostuvo que «el móvil es tan siniestro que no se entiende sino proveniente de la mente de la señora María del Pilar Pérez. Esto no fue una venganza por la separación o el descubrimiento de la tendencia sexual del señor Zamorano que se sabía de muchos años antes, sino que el motivo lo explicará Juan José Zamorano hijo quien declarará que esto está motivado por el hecho de que Juan José se acercó a su padre (…) Un amor enfermizo, miedo a la soledad gatilló en María del Pilar Pérez el encargo de matar a la persona que por más de 30 años fue su cónyuge», argumentó.

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