La senadora Ximena Rincón (DC), denunció este domingo una serie de presuntas irregularidades «no aclaradas» en el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto de construcción de centrales hidroeléctricas en el cajón del río
Achibueno.
La parlamentaria por el Maule Sur afirmó que en las actuales circunstancias el proceso que lleva adelante la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) debe suspenderse o rechazarse en la votación del próximo 25 de octubre.
También acusó que tanto el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) como la Corporación Nacional Forestal (Conaf), obviaron importantes observaciones al proyecto, sin que la empresa entregase nuevos antecedentes para justificar esta decisión.
«Hay una decisión poco transparente, que pone en riesgo a la fauna de una área de alta diversidad biológica, que es un sitio prioritario de conservación según Conama. (…) Aquí hay gato encerrado, por lo que llamo al Gobierno a detener el proceso de votación del próximo cinco de octubre», expresó.
En el caso de Conaf, Ximena Rincón sostuvo que el 11 de agosto su director regional envió oficio con observaciones graves al proyecto y que ponen en riesgo la flora protegida que existe en el Cajón del Achibueno.
Añadió que el ocho de septiembre y sólo con un informe consolidado de por medio, la institución dejó de lado sus observaciones.
Rincón manifestó que en el proceso de evaluación, la subsecretaría de Pesca solicitó el repoblamiento aguas arriba de la central con una especie de pez gato endémica de las regiones del Maule y Biobío, previa consideración de las condiciones óptimas para el desarrollo de esta especie.
«A dos días de la votación del estudio de impacto ambiental, nadie sabe qué pasará con esta especie. La subsecretaría de pesca no ha emitido comentario alguno, por lo que hay riesgo evidente para esta especial clase de pez, por lo que no debiera haber aprobación con esta observación pendiente, que es una de muchas que aún no tienen respuesta», fustigó.
La parlamentaria sostuvo que las centrales en el Achibueno no son centrales de pasada, ya que no cumplen con los requisitos que organismos internacionales como la WCD (World Comission on Dams) establecen para certificar bonos de carbono a una central de este tipo y que es aceptar el caudal disponible del río tal como viene.
«Con las centrales del Achibueno, ello no ocurre, porque se interviene de manera notable el cauce en un área de una riqueza natural invaluable, para producir menos de un 1,5 por ciento de la energía que requiere el país», declaró.
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