El diputado del PPD Tucapel Jiménez manifestó su apoyo a la causa que llevan adelante parlamentarios de la UDI y el abogado Luis Hermosilla para aclarar el asesinato del senador Jaime Guzmán, afirmando esta vez, que «en el caso estuvo presente la figura de Augusto Pinochet».
En este sentido, indicó que respalda la solicitud que el senador Andrés Chadwick realizara al juez Mario Carroza respecto a incorporar una nueva arista de investigación, tras la declaración del ex director de la Dine, general (r) Hernán Ramírez Rurange, quien afirmó que una semana antes del atentado advirtió directamente al fallecido gobernante de facto de posibles atentados en contra de colaboradores del régimen militar.
«Las declaraciones de Rurange abren una nueva hoja de investigación. De comprobarse la información que dio al magistrado, estaríamos hablando que las manos de Pinochet también estuvieron presentes en el asesinato de Jaime Guzmán», dijo Jiménez.
El parlamentario recordó que fue la ex autoridad de la Dine, quien implementó la denominada «operación silencio» o «control de baja» que se utilizó para «sacar de Chile, mandar a callar o asesinar a colaboradores del régimen que eventualmente podían convertirse en un peligro por la información que manejaban. Como ocurrió con el ex agente de la DINA, Eugenio Berríos y Carlos Herrera».
Por esto, manifestó que «no sería raro que intencionalmente el Gobierno de Pinochet y su servicio secreto no hayan querido alertar a Guzmán del posible atentado contra su vida». Por lo que, agregó, espera que aclare el juez Carroza.
Según los expedientes del caso, también existían antecedentes de posibles atentados contra otros dos senadores, Sergio Diez y Sergio Fernández, a los que el general (r) Jorge Ballerino, brazo derecho de Pinochet, habría informado del peligro que corrían, sin embargo no habría dado con la ubicación de Guzmán.
«Esto es bastante raro, como declaró Chadwick, bastaba con tomar el teléfono para advertirle», dijo.
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