El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Alberto Salas, espera un precio promedio anual del cobre de US$3,8 la libra para el 2011 y asimismo proyectó un incremento de 500.000 toneladas en la producción de cobre, por lo que confía que el panorama para el sector sea «promisorio» durante el presente año.
El titular de Sonami estimó que el crecimiento del PIB minero este año se situará en torno a 6% y se observarán exportaciones récord. «Considerando la producción y precios de los metales, creemos que las exportaciones mineras alcanzarán en 2011 un monto de US$53.000 millones», agregó.
En cuanto a las proyecciones de precio del cobre, Salas explicó que éstas se sustentan en la fortaleza de China, la recuperación de las economías emergentes y el paulatino crecimiento de las economías desarrolladas.
Respecto al incremento en la producción del metal rojo, que permitirá alcanzar una producción anual de 5.900.000 toneladas, el dirigente comentó que 440.000 toneladas provendrán del sector privado, destacando las operaciones de Esperanza, Collahuasi, Carmen de Andacollo y Pelambres. En tanto, Codelco incrementará su producción en 60.000 toneladas.
Al hacer un balance de 2010, el directivo de Sonami señaló que el PIB minero mostrará un crecimiento respecto a 2009 cercano al 1%, mientras que la producción de cobre alcanzará un nivel similar al registrado el año anterior, cuando llegó a 5.418.000 toneladas.
Asimismo, las exportaciones mineras cerraron 2009 con cifras récord, alcanzando un monto cercano a los US$45.000 millones, lo que representa el 64% de las exportaciones totales del país.
Respecto al impacto del royalty en la minería, Salas sostuvo que considerando un precio promedio del cobre de US$3,6 por libra para el período 2010-2012, la recaudación fiscal por este concepto alcanzaría a US$5.000 millones, es decir, alrededor de US$2.000 millones adicionales por efecto de las nuevas tasas de impuesto específico.
Con todo, según el titular del gremio, a la industria no le parece adecuado un nuevo cambio en la tasa impositiva del sector. No obstante, reconoció el derecho que tiene el gobierno de fijar las tasas tributarias que estime conveniente. «Nos preocupa que en este proceso no se hayan discutido cabalmente los efectos de largo plazo que tiene la aplicación de este tipo de medidas. El alza de impuestos no es un tema neutro y afecta nuestra competitividad», recalcó Salas.
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