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Defensora Nacional visita Centro ‘Tiempo Joven’ de San Bernardo


Cumpliendo una más de varias visitas previstas para estos meses de verano a distintos centros de internación de jóvenes del Servicio Nacional de Menores (Sename), profesionales de la Unidad de Defensa Penal Juvenil (UDPJ) de la Defensoría Penal Pública llegaron junto a la Defensora Nacional, Paula Vial Reynal, hasta el Centro de Régimen Cerrado (CRC) «Tiempo Joven» de San Bernardo, donde 268 adolescentes menores y mayores de 18 años cumplen distintas penas en régimen de internación total.

El objetivo fue para verificar las condiciones en que viven estos jóvenes, dado que la instalación tiene una capacidad máxima para 155 internos, por lo que tiene un nivel de sobreocupación cercano al 70 por ciento, entre otros problemas de infraestructura, como dificultades con el agua caliente, por ejemplo. Del total de jóvenes, además, 169 tienen más de 18 años, mientras que otros 76 tienen entre 16 y 17 años. Y un dato extra, que muestra lo complejo del contexto social del que provienen: cien de los 268 internos ya tienen hijos, pese a su juventud.

La delegación institucional –integrada también por Gonzalo Berríos, jefe de la UDPJ, y Pablo Aranda, abogado de la misma- fue recibida en el recinto por la directora regional del Sename, Paula de la Cerda; el director (S) del CRC «Tiempo Joven», Richard Castro; la jefa técnica, Paola Sepúlveda, y el jefe (S) del destacamento de Gendarmería que custodia los límites exteriores del centro, capitán Gonzalo Escobar Ortega.

Tras un primer diálogo, que permitió a los visitantes conocer las condiciones generales de funcionamiento del espacio y las actividades que el contexto permite desarrollar a los adolescentes, Paula Vial y el resto de los funcionarios de la DPP recorrieron en detalle cada uno de los cuatro módulos o áreas que componen el CRC, y que posibilitan una relativa segregación por edad y/o niveles de complejidad, entre otras variables.

En el módulo o ‘casa’ 1, por ejemplo, viven 64 jóvenes mayores de 18 años, mientras que en la segunda –que agrupa a mayores y menores- un total de 80 jóvenes ocupan un espacio similar de dormitorio, lo que obliga a acumular verticalmente tres y hasta cuatro camarotes en cada sala para que puedan acomodarse mínimamente.

Los visitantes conocieron también los distintos talleres que funcionan en el CRC, como el de talabartería y el de mosaicos (foto interior), los que pese a su utilidad para ofrecer aprendizaje y buen uso de los tiempos disponibles a los jóvenes, constan de muy pocas vacantes, lo que explica que muchos de los internos permanezcan en los patios del recinto buena parte del tiempo libre que tienen mientras no pasan al encierro, que comienza cada día cerca de las 17.30 horas.

Mientras la visita se efectuaba, tanto Gonzalo Berríos como Pablo Aranda conversaron con decenas de jóvenes, tanto para revisar sus casos específicos como para ofrecerles orientación general sobre sustituciones de penas y otros temas jurídicos útiles para su condición de condenados.

Tras el recorrido, el grupo de la Defensoría volvió a reunirse con los encargados del recinto, quienes explicaron –por ejemplo- que gracias a un convenio entre el Sename y la Municipalidad de San Bernardo, ahora una vez a la semana los jóvenes reciben atención directa de especialistas médicos en la enfermería del CRC.

También analizaron con los abogados de la DPP mecanismos para mejorar la escasa asesoría legal que hoy reciben los internos, planteándose por ejemplo la idea de focalizar esa labor en los casos más urgentes y complejos. Los funcionarios del Sename explicaron, además, que hoy se analiza concretamente la posibilidad de ampliar las instalaciones de «Tiempo Joven» en un plazo de seis meses, lo que permitiría mejorar la situación de los internos, reduciendo el hacinamiento actual.

«En la Defensoría hemos iniciado estas visitas porque nos preocupan las condiciones de los jóvenes internos y lamentablemente comprobamos que ellos ya experimentan ciertas características de la cultura carcelaria. Ya estuvimos en el Centro de Internación Provisoria (CIP) Santiago e iremos pronto al CIP San Joaquín y a la Sección Juvenil de Gendarmería en la Cárcel de Puente Alto. En cuanto a los jóvenes que atiende la Unidad de Defensa Penal Juvenil de la DPP, sabemos que ofrecer defensa a los condenados es un tema pendiente, por falta de dotación y de recursos, pero precisamente porque reconocemos el problema es que queremos mejorar», explicó la Defensora Nacional.

upi/so

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