El presidente subrogante de la Democracia Cristiana (DC), alcalde Claudio Orrego, lamentó la decisión del Gobierno para no destituir a la intendenta de la Región del Biobío, Jaqueline van Rysselberghe, afirmando que de esta forma se ha impuesto el «partidismo por sobre la fe pública».
«El país lamenta que el Gobierno haya cedido a chantajes de la UDI. Aquí triunfó el partidismo por sobre la fe pública y creemos que eso le hace daño al Gobierno, al país y muy especialmente a la reconstrucción de la Región del Biobío», dijo el alcalde de Peñalolén.
De esta forma, el dirigente DC respaldó las pruebas presentadas por el senador Alejandro Navarro (MAS), quien a través de un audio denunció presuntas irregularidades en la gestión de Van Rysselberghe, en el proceso de reconstrucción post terremoto.
«Si esto hubiese sido una ‘chambonada’ del senador Navarro, nosotros nos habríamos demorado 24 horas en respaldar a la intendenta. Creo que lo que prevaleció no fue la debilidad de la acusación, sino que la presión de la UDI. De lo contrario puedo asegurar que la intendenta habría salido hace rato», sostuvo.
Asimismo el actual portavoz de la falange dijo que mantener en su puesto a la ex alcaldesa de Concepción «sólo hace que se fortalezca la idea de una acusación constitucional (…) que no se circunscribe solamente a la Concertación o a la oposición, sino que a independientes y a gente de la Alianza».
Orrego hizo hincapié en que la arremetida contra Van Rysselberghe no corresponde a la sola intención de bloquear su carrera política en la Octava Región sino que a la preocupación por llevar adelante la reconstrucción de la zona.
«La Democracia Cristiana no se prestaría para una pelea política pequeña», sostuvo.
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