El presidente de Adimark GfK, Roberto Méndez adelantó que el Índice de Confianza en la Economía (IPEC) de febrero cayó a 46,9, cifra similar a la exhibida luego del terremoto de 2010, esto en el marco de la exposición «El complejo escenario de 2011» que realizó frente a empresarios de Asimet.
Esta baja la atribuyó en gran medida al temor que tiene la población frente a la inflación en productos como alimentos y combustibles, advirtiendo de paso que la situación podría ser precursora de conflictos sociales en el país.
En la oportunidad, el presidente de Asimet Ernesto Escobar, también se refirió a los temas que preocupan a los empresarios del sector metalúrgico y metalmecánico. En tal sentido, afirmó que una encuesta aplicada a los socios del gremio reveló que el 96% de los consultados considera que el tema energético es un factor de primera importancia, y que incide de manera directa en la capacidad competitiva de las empresas.
Explicó que como grandes demandantes de energía, en particular de electricidad, los empresarios necesitan seguridad en el suministro y costos en línea con aquellos que pagan sus competidores.
«Así como consideramos una excelente noticia la aprobación de la construcción de la Central Termoeléctrica Castilla, vemos con preocupación el decreto de racionamiento preventivo, prueba palpable de la mayor estrechez energética que enfrentamos. Si a ello se suma que el precio que pagamos resulta ser el más alto de la región latinoamericana, y tal vez uno de los más altos del mundo, el cuadro no puede ser más negativo», sostuvo Escobar.
Otros factores que impiden la competitividad de las empresas señaladas por el dirigente gremial son el tipo de cambio y la competencia desleal. Respecto del primero, indicó que pese al plan de intervención cambiaria, que prevé introducir unos 12.000 millones de dólares al mercado durante 2011, a la fecha el peso sólo ha retrocedido en torno a un 2 % contra el dólar.
Escobar afirmó que «la divisa ha alcanzado un nivel que obliga a pensar en una estrategia coordinada, fiscal, monetaria y de medidas sectoriales, que evite un mayor deterioro de los sectores más afectados en su capacidad competitiva, como son algunas de nuestras exportaciones y, especialmente, los sustituidores de importaciones».
En relación a la competencia desleal, el dirigente de Asimet enfatizó que ésta enmascara una asimetría brutal en aspectos como el cumplimiento de la legislación laboral, normas de seguridad y salud ocupacional y cumplimiento de la institucionalidad ambiental, entre otros.
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