El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, ratificó esta mañana la eventual evacuación de la costa de la Isla de Pascua, ante la posibilidad de que el tsunami provocado por el terremoto en Japón alcance el territorio insular.
«Espero y confío en que no tengamos que evacuar, pero si es necesario el Gobierno está preparado para hacerlo y para hacerlo en forma ordenada», expresó.
Hinzpeter aclaró que el operativo se realizará con seis horas de anticipación a la llegada de la ola, la cual se espera para las 17:55 horas insular (19:55 continental), lo que está siendo monitoreado por posibles cambios de horarios en el arribo del oleaje.
Asimismo el titular del Interior comunicó que se espera que llegue el maremoto primero a la isla de Hawai, lo que será tomado como un primer indicador. «Estamos estimando que, viendo los efectos que podrían producirse en Hawai, efectuar una evacuación preventiva en Isla de Pascua a mediodía hora insular», dijo.
La evacuación se realizaría hacia el área del aeropuerto que está a 45 metros de altura y por lo tanto constituye un lugar seguro.
Además detalló que el aeropuerto de Isla de Pascua se encuentra en un proceso de modernización, por lo que los jueves, viernes y sábado, por rutina se encontraba suspendido y para hoy no habían vuelos comerciales programados. Se autorizó el aterrizaje de aviones Hércules.
«NO HAY RAZÓN PARA ALTERAR RUTINA»
Además, el secretario de Estado descartó alterar la rutina del país, alegando que no hay razones objetivas para esto.
«No hay ninguna razón objetiva en este momento para que nuestro pueblo altere la rutina de su día a día. El país va a seguir funcionando con un Gobierno que está monitoreando absolutamente los efectos que pudiera tener el terremoto de Japón en nuestras costas», reafirmó.
Con respecto al funcionamiento de las clases, Hinzpeter insistió en que no hay una razón objetiva «para no enviar a los niños al colegio, sin perjuicio que entendemos que algunos padres tengan alguna aprensión y hayan optado por una opción distinta».
También afirmó que se tomó contacto con navíos mercantes y con la Dirección General de Aeronáutica Civil, de los cuales ninguno advirtió novedades.
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