Precarias condiciones de trabajo, prácticas antisindicales y escasa fiscalización son algunas de las denuncias que realizó este lunes la Federación Nacional de Sindicatos de Buses y Camiones para evidenciar la situación en la que se desempeñan los conductores de buses interurbanos.
Así lo aseveró el presidente del gremio José Sandoval, ante los graves accidentes carreteros protagonizados por este tipo de transporte y además de las declaraciones de la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, quien acusó que Marcos Subiabre, conductor del Pullman Bus que el pasado 7 de abril volcó en la ruta del Itata, tragedia en la que además fallecieron otras 14 personas, no contaba con los descansos que la legislación establece, y que había trabajado durante 35 días seguidos.
Según el dirigente «no es ninguna novedad lo que la ministra descubrió, las condiciones de trabajo de los choferes es algo que nosotros hemos dicho en reiteradas ocasiones».
Sandoval explicó las causas se deben a la débil fiscalización. «El sistema de tarjetas de los buses es fácilmente violable, por esto muchos compañeros, choferes y auxiliares, pasan más de 35 días en la máquina. Esto es por el sistema perverso de remuneraciones que ellos tienen».
El dirigente también acusó que las empresas pagan imposiciones por menos dinero que el sueldo real, con lo que generan la preocupación de los conductores, otro factor que lo afecta en la realización de sus labores.
Sandoval además se refirió al temor de los trabajadores a las represalias por parte de las empresas si es que dan a conocer todas las irregularidades. «Es fundamental que los trabajadores puedan negociar colectivamente, los compañeros deberían estar aquí, pero para hacer sindicalismo hay que ser valiente, ellos deberían haber estado en esta conferencia», dijo.
Por su parte, el presidente de la CUT, Arturo Martínez, aseguró que cuando los trabajadores intentan denunciar «los cambian de ruta o los despiden», situación que deja al conductor en «una tremenda inestabilidad».
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