El subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda, condenó los hechos de violencia registrados ayer jueves durante la marcha estudiantil, ya que afectó a numerosos trabajadores de locales públicos y privados en el centro de la capital.
A juicio de autoridad durante la jornada de ayer «lamentablemente ocurrieron hechos dolorosos, que nos impresionaron y que afectaron los derechos laborales de las personas que trabajan en el centro de Santiago».
Baranda condenó la inusitada violencia de algunos, sobre todo porque «los trabajadores temieron por su vida y tuvieron que esconderse o arrancar», como fue el caso de un banco, una farmacia y un supermercado.
Para el subsecretario, estos grupos «minoritarios» que se escudan en las movilizaciones para realizar destrozos «están afectando fuertemente la vida laboral» de las personas, ya que algunos tuvieron que esperar encerrados en sus oficinas o en el Metro que pasaron los hechos para retomar sus obligaciones.
«Hay muchos pequeños comerciantes que han sufrido grandes pérdidas durante junio porque no han podido vender o porque han visto destruidas sus instalaciones y saqueados sus negocios», puntualizó Baranda.
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