Esta mañana, en la Catedral Metropolitana, se realizó la misa fúnebre por la muerte del ex canciller y ex presidente del Senado, Gabriel Valdés, ocasión que reflejó la transversalidad del reconocimiento que se hizo a su figura política.
Esto debido a que la ocasión congregó a un espectro de personalidades desde el mundo artístico, autoridades militares, ex personeros de Gobierno y un amplio abanico de representantes políticos, desde el Presidente Sebastián Piñera a representantes de todas las bancadas.
Durante la misa, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, destacó que «don Gabriel ha sido un testigo emblemático de la nobleza de la actividad política y social, cuando ésta se pone al servicio de las personas y del bien común de toda la sociedad».
«Su defensa de los Derechos Humanos, su cercanía con los sectores más vulnerables del país, su permanente vocación de diálogo, su pasión por la cultura, los grandes horizontes de su vida constituyen un valioso legado para la presente y las futuras generaciones», agregó.
El hijo de «El Conde», Juan Gabriel Valdés, por su parte, subrayó la participación de su padre en la lucha contra la dictadura militar, destacando el coraje que tuvo al volver desde Nueva York en 1980 para «dedicarse por completo a combatir una dictadura, lo que fue siempre para él, el momento más importante de su vida».
Respecto a la vuelta de la democracia en la década de los 90′ el también ex canciller rescató la «visión política» de su padre. «Extendió antes que nadie su partido y el codo que entonces eran las fuerzas democráticas en los entornos que debía tener la coalición que recuperaría la democracia para el país», precisó.
Esto fue respaldado por el presidente del Senado, Guido Girardi, que recordó que Valdés «llegó a reparar el daño del golpe militar a unir de nuevo a la izquierda con el centro. Fue uno de los grandes responsables de que se construyera la Alianza Democrática y la Concertación».
La misma visión tuvo el ministro de Economía, Pablo Longueira, que aseguró que «el éxito de la transición chilena le debe a don Gabriel gran parte de esa categoría, esa prestancia, esa capacidad de acuerdos, de unir mundos; porque la verdad es que el fue una persona que luchó para el retorno de la democracia y después unió mucho».
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