Las exportaciones chilenas de fruta fresca cerrarían el 2011 con un incremento en sus retornos del orden de 4%, lo que se traduce en ingresos por US$3,639 millones, según informó la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta).
Respecto al volumen de las exportaciones, este año cerraría con 2,65 millones de toneladas.
Si bien las exportaciones evidencian un alza, para el presidente de Fedefruta, Antonio Walker, las cifras reflejan también una desaceleración en el ritmo de crecimiento que mostraba el sector, especialmente debido a los vaivenes de la economía en los principales mercados de la fruta local, problemas de producción ligados a factores climáticos, el fuerte incremento de los costos de producción y exportación, y un prolongado bajo tipo de cambio.
«Las cifras continúan evidenciando un estancamiento en la tasa de crecimiento promedio de la industria que, en términos de volumen, muestra entre el período 2005 y 2010, un incremento de 3,2%, bastante menor que el observado para el período 2000-2005, cuando estaba en torno al 8,0%», explicó Antonio Walker.
Las variedades de mejor desempeño fueron los arándanos, cerezos, nueces y paltos, todos los cuales experimentaron un alza en su participación de los envíos al extranjero.
«Estas especies también evidencian alzas en el valor de las exportaciones, por ejemplo, los arándanos, que el año 2000 aportaban el 2,2% del total exportado, el año 2011 llegarán a representar el 9,8% del total exportado, ocupando el tercer lugar y sólo atrás de la uva de mesa y manzanas. Similar situación experimentaron las cerezas, que subieron de una participación del 1,7% en el año 2000 a 8,5% en 2011, ocupando el cuarto lugar en las exportaciones frutícolas. Las nueces y paltas, de igual manera, se encumbraron en los primeros puestos, desplazando a especies tradicionales, tales como duraznos, nectarines, ciruelas y peras», explicó Walker.
Respecto a los destinos de los embarques, Estados Unidos mostró un menor dinamismo, en sintonía con sus dificultades económicas, cayendo en un 4%, mientras que Europa tuvo un alza de sólo 0,6%.
La contracción de los envíos de fruta a los países más desarrollados se vio compensada por los aumentos en los despachos al Lejano Oriente de un 27,8%; Latinoamérica aportó con un alza de 26,4%, mientras que Medio Oriente tuvo un crecimiento de 9,8%.
«Hay una nueva composición de especies en nuestras exportaciones, hay también mucho movimiento en nuestros mercados y es muy desafiante, especialmente con lo que está sucediendo en China e India. Tenemos una tremenda oportunidad que debemos aprovechar, ya que necesitamos urgente mejorar precios y este el camino», afirmó el presidente de Fedefruta.
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