Este lunes el Banco Central dio a conocer la minuta de la última reunión de Política Monetaria, donde expresa que no hay previsiones de modificar la tasa en el corto plazo, manteniéndola en 5,25%, mientras que el escenario, tanto interno como externo, sigue mostrando señales de desaceleramiento.
Para los consejeros del Central, mantener la tasa se justifica en la necesidad de mantener cierta flexibilidad en una economía global incierta.
«Aumentar la TPM no sería coherente con el escenario internacional, con la desaceleración interna y con la evolución de la inflación. Por otro lado, bajarla podría ser anticipado en virtud de que, hasta ese momento, no había indicios de efectos de envergadura de la situación externa sobre la economía nacional», sostiene el escrito.
Al respecto, el documento indica que los consejeros «concordaron en que el nivel actual de la TPM permitía reaccionar con flexibilidad si se enfrentaran cambios bruscos en el escenario macroeconómico».
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