Personeros de la Concertación cuestionaron el procedimiento en que se hicieron los nombramientos para los reemplazos a los miembros del Consejo para la Transparencia, asegurando que los anteriores, Raúl Urrutia y Juan Pablo Olmedo, cumplían una buena labor en la institución.
«Más allá de los nombres, la decisión que tomó el Gobierno fue quitarle el piso a dos consejeros que sólo llevan 3 años en el cargo (…) sólo por el hecho de que han ejercido su función con celo, y han hecho primar la transparencia por sobre el secretismo. Se les está castigando por el hecho de que hicieron bien su trabajo», dijo la presidenta del PPD, Carolina Tohá.
Acto seguido, la ex diputada emplazó al Ejecutivo a esclarecer «cuál es la evaluación negativa de la gestión de los consejeros Urrutia y Olmedo. Hasta ahora no ha habido ningún argumento».
En la misma línea reaccionó el senador del mismo partido, Ricardo Lagos Weber, interpretando que «estas dos personas hicieron su pega bien, cumplieron con celo profesional acertado la forma en que actuaron y las decisiones que tomaron, y que le incomodaron a este Gobierno, y por eso los sacan».
Por su parte, el senador y presidente del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD), José Antonio Gómez, reclamó que la forma en que se hizo el anuncio, «no se condice con la forma en que se hacen los nombramientos en el Senado. Cambiar a dos personas que han sido claves en el desarrollo del Consejo por la Transparencia es un error».
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