La Cámara de Diputados rechazó por 51 votos a favor, 62 en contra y dos abstenciones la censura presentada en contra de la mesa de la Corporación presidida por el diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Patricio Melero.
El jefe de la bancada del Partido Socialista (PS) Alfonso De Urresti, calificó como un hecho inédito lo ocurrido el pasado 19 de octubre en la cámara baja, ocasión en la que se ordenó el desalojo de las tribunas mientras se realizaba una sesión especial en la que se discutía el uso excesivo de la fuerza en las manifestaciones estudiantiles por parte de carabineros.
El parlamentario reprochó la falta de tolerancia del presidente de la Cámara, afirmando que más bien actuó como jefe de bancada de los partidos de la Alianza.
«Una vez más al presidente lo ha traicionado su sesgo ideológico» y por eso nos vemos en la obligación de solicitar la censura de la mesa, insistió.
La diputada del PRI Alejandra Sepúlveda llamó a la cordura, a la mesura, a no repetir en la Corporación los niveles de intolerancia que están ocurriendo afuera.
El jefe de la bancada de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg entregó el pleno respaldo de su bancada a la mesa de la corporación, manifestando que la censura carece de total fundamento.
Agregó que la facultad de mantener el orden en la Cámara está radicadas en la mesa de la Corporación y aclaró que en la ocasión aludida carabineros estaba desbordado y por ello se solicitaron refuerzos a la comisaría de Carabineros de Barón.
Monckeberg manifestó que «tenemos que cuidar las instituciones democráticas y hacer todo lo posible para que funcionen en tranquilidad y calma».
El jefe de la bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI) José Antonio Kast, dijo que no era la primera vez que las tribunas eran desalojadas pero a diferencia de ocasiones anteriores en esta oportunidad hubo una inusitada violencia de parte de quienes estaban en las tribunas. Además de la actitud de algunos parlamentarios que no solo ejercieron una violencia verbal sino física contra funcionarios policiales, lo que calificó de «inaceptable».
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