A pesar de no tener la urgencia para su discusión inmediata, mañana al mediodía comenzará en la comisión de Constitución, Legislación y Justicia la discusión del proyecto de ley que establece la imprescriptibilidad para culpables de abusos sexuales.
«Algunos dicen que vamos a violar la constitución, porque el proyecto de ley está sin urgencia y hay otros que sí la tienen. Sí, vamos a violar la constitución porque no podemos seguir esperando», explicó el senador y co-creador del proyecto, Patricio Walker (DC).
El legislador lamentó que en estos casos, los abusadores siguen cometiendo delitos y las víctimas no sienten reparado su daño. Además, explicó que un estudio de la Fundación para la Confianza demuestra que las víctimas de estos casos, cuando son menores, se demoran entre 15 y 25 años en enfrentar la situación y hacer una denuncia, lo que provoca que se aplique la prescripción.
Por esto, y «así como hay crímenes de lesa humanidad, que son imprescriptibles; nosotros pensamos que el caso de delitos sexuales contra menores, dada la gravedad del delito, del daño que se le provoca a la víctima, y el hecho de que el abusador sigue abusando de otros menores, debiera operar la imprescriptibilidad», planteó el senador.
En ese sentido, el presidente de Para la Confianza, José Andrés Murillo explicó que el 80% de los casos de abuso sexual infantil se dan en ambientes cercanos, produciéndose el llamado «‘secuestro de conciencia’, en el que la persona queda con una especie de delirio y confusión, una laguna en que no sabe lo que le pasó, que puede durar muchos años».
«Cuando comienzan a enfrentarse a su sexualidad dañada necesitan que llegue un tercero que se llama Justicia, y que vuelva a poner en orden la realidad. Y esa justicia muchas veces se ha visto imposibilitada», lamentó el filósofo.
Ante esto, Murillo expresó que la justicia «es necesaria para volver a ajustar las piezas, el lugar de la víctima, del victimario, y el lugar de una sexualidad sana, un trato sano y relaciones de buen trato, de confianza».
«Un proyecto como este me parece que toca las materias más graves que pueden existir, que es la intimidad. La brújula interna de una persona tiene que ver con la sexualidad y con la afectividad. Por lo tanto, que se agreda a ese centro de la orientación y que además que ese delito quede impune (…) se estaría cometiendo una doble injusticia», concluyó.
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