El ministro de Economía, Pablo Longueira, anunció este miércoles que se modificará la actual Ley de Quiebras para pasar a llamarse «Ley de reorganización y liquidación de empresas y personas», para darle énfasis a la reorganización y una legislación corta para las pequeñas empresas.
Asimismo, anunció que la actual Superintendecia de Quiebras cambiará su dependencia del ministerio de Justicia al que él dirige, como parte de las reformas que buscan modernizar y perfeccionar la antigua normativa de quiebras.
Según manifestó el secretario de Estado, «queremos avanzar en dos áreas, una ley corta que nos permita resolver en forma rápida y expedita todas las pymes que quiebran con poco patrimonio y también aquellas (firmas) más complejas, con patrimonios mayores y con tiempo mayor de funcionamiento, (ayudar) con dos propósitos, mantener la viabilidad de la empresa y, segundo, si no se puede salvar, lograr la mayor recuperación de los activos».
Lo anterior, porque actualmente en Chile «hay 4,5 años en resolver las quiebras y capacidad de recuperar activos muy baja», dijo.
Añadió que es «importante que terminemos con el estigma asociado a la quiebra, que impide buscar ayuda a quien ha fracasado en el negocio. Necesitamos que el sistema ayude a ‘bajar las cortinas’ de manera ordenada y volver a emprender, sin el temor de verse etiquetado como delincuente, sólo porque uno de sus emprendimientos no resultó exitoso».
El énfasis de la nueva normativa estará en el fortalecimiento y modernización de los convenios, de manera tal que permitan sostener las empresas que aun son viables mediante la reorganización de las deudas.
En el caso de las firmas inviables, el foco estará en una liquidación rápida de sus bienes, para una más pronta y mejor recuperación del crédito.
Asimismo, se establecerán regímenes diferenciados para las empresas y para las personas naturales.
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