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Más de tres mil especies guardan bodegas de fiscalías en Curicó, Talca y Linares


Joyas de lapislázuli incautadas al nieto del mítico “Cabro Carrera”, una variada gama de computadores, palos de golf, miles de CDs piratas y un considerable número de bicicletas son algunas de las especies que están en las bodegas de las fiscalías del Maule y a la espera de que las personas se presenten a reconocerlas o de resoluciones judiciales para su remate o posible destrucción de ellas.

Las fiscalías de Curicó, Talca y Linares abrieron las puertas de estos recintos para que los medios de comunicación pudieran registrar la variedad y lo extraño de algunas especies que fueron robadas, hurtadas o incautadas en diversos delitos.

Los fiscales jefes Miguel Gajardo, en Curicó; Patricio Caroca, en Talca; y Carola D’Agostini, en compañía de los administradores y funcionarios custodios de las especies recorrieron las instalaciones mostrando y dando cuenta de la historia de algunos elementos que por ley el Ministerio Público tiene la obligación de mantener y resguardar.

“La ciudadanía y la comunidad en general sepa que si ha sido objeto de algún tipo de robo, hurto o estafa puede venir a la fiscalía de lunes a viernes en horario de 09:00 a 13:30 horas al reconocimiento de especies. Lo único que se requiere es que haya hecho una denuncia y que cuente con los antecedentes para acreditar la propiedad de dicha especie como por ejemplo, boletas, fotografías y en el último casos testigos, lo que es autorizado por el fiscal de la causa”, afirmó el Fiscal Patricio Caroca.

La ley no distingue el tipo de especie a ser custodiada por la fiscalía excepto aquellas peligrosas como armas de fuego, explosivos, pesticidas, también restos óseos o droga. Todo lo demás debe quedar bajo el resguardo del ente persecutor para la realización de peritajes, la espera del juicio en que puedan servir como medio de prueba o la entrega a sus propietarios.

Son seis meses el tiempo que señala el Código Procesal Penal para que la fiscalía tenga en su poder la especie si es que nadie la reclama. Luego de ello deben ser derivadas a la Dirección de Crédito Prendario, más conocida como “la Tía Rica” para que ese organismo defina si el objeto tiene valor para ser rematado y de no ser así se autoriza la destrucción.

Sables, cuchillos, equipos de ski, ropa y gafas con marcas falsificadas, teléfonos celulares, forman parte de los elementos confiscados y que están a la espera de que la gente se acerque a las fiscalía locales a verificar si dentro de estas miles de especies, se encuentra la que le fue sustraída.

upi/so

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