Como una «torpeza política» calificó el alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón, la actitud del Gobierno de condicionar el diálogo en Aysén, tras la fallida mesa liderada por el ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, y los dirigentes de la zona.
«La culpa no es del ministro, sino de la forma de encarar los movimientos sociales. El año pasado, el país entero sufrió con los errores políticos deducidos del conflicto estudiantil. Por eso, la lección debió estar aprendida hace rato. Es lamentable, porque en estas cosas vale mucho el cómo las enfrentes, más allá de las soluciones concretas», advirtió Ossandón.
Para Ossandón, haber dicho que no había propuestas hasta que no levantaran las paralizaciones «es partir con el pie encima y ha sido siempre la estrategia del Gobierno, por eso exculpo al ministro. Le dijeron lo mismo a los estudiantes durante sus protestas y ocurrió lo mismo en Punta Arenas con el primer estallido social fuerte que tuvo esta administración. Para parte del Gobierno, los movimientos sociales siguen siendo un capricho, en los que no se pone atención o se minimiza la gravedad de los hechos. Esa ya ha sido una constante, así que puedo imaginarme lo que seguirá pasando este año»
En el caso de los regiones, el vicepresidente de RN advirtió que las movilizaciones pueden seguir escalando y propagarse a otras ciudades como Arica o Calama que también se sienten postergadas.
«Si no hay una política clara de descentralización tendremos muchos más problemas y habrá cien estallidos más», enfatizó Ossandón.
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