En medio de la polémica que se originó, luego que se postergara -de modo indefinido- en el Congreso la discusión para legislar sobre el aborto terapéutico, iniciativa que el gobierno decidió no apoyar, el Presidente del Senado Guido Girardi, lamentó que sectores conservadores pretendan imponer una sola mirada valórica a los chilenos instaurando una «dictadura moral».
Por eso instó al Presidente Sebastián Piñera a legislar sobre una norma que existió hasta que fue abolida durante el régimen de Augusto Pinochet, y de paso valoró que haya algunas autoridades como la Ministra del Trabajo Evelyn Matthei, que entienden que «el Estado no se puede meter en la cama de los chilenos».
«Quiero hacer un llamado al gobierno, particularmente al Presidente de la República, porque me parece que él -más allá de tener una posición y una visión valórica y religiosa que yo respeto- yo entiendo que él es una persona liberal, respetuosa de la diversidad y a mí me parece que es muy importante valorar que en el propio gobierno del presidente Piñera haya una voz que ha dicho que le repugna que el Estado se entrometa en decisiones que no son del Estado», puntualizó.
Según Girardi, quien cuestionó a aquellos sectores conservadores que desprecian la diversidad que existe en la sociedad, el Estado no puede interferir en un tema tan sensible de cada persona. «Hay un ámbito que no es de responsabilidad del Estado, que es el ámbito de la vida propia, que tiene que ver con las decisiones valóricas, personales, individuales que tiene que ser de acuerdo a las convicciones, credos y valores de cada cual, y que no es un traje a la medida, donde no hay uniformidad no hay una moral única», al recordar que en nuestro país hay distintos credos religiosos e incluso personas no creyentes.
Enfatizó luego el legislador que «no se puede establecer en nuestra sociedad una dictadura moral. Ya este gobierno tiene demasiados sesgos autoritarios en el manejo con sus relaciones en el mundo social donde ha remplazado el diálogo por la represión», en alusión al clima de tensiones surgido por la crisis en Aysén.
Por eso el senador PPD, Guido Girardi, instó al gobierno y al propio mandatario a cumplir el rol que le corresponde dentro del Estado: «Yo llamo al gobierno a permitir que cada persona en Chile tome sus propias decisiones. Los conservadores son en la medida en que justamente no reconocen el principio del respeto a la diversidad, el pluralismo y la tolerancia. Eso hace la diferencia entre un conservador y una persona progresista. El conservador cree que sus valores son los únicos que importan, son los únicos verdaderos y niegan la existencia de los otros y al negar esos otros valores niega a la persona, la discriminan, están dispuestos a perseguirla y, en algunas partes han estado dispuestos incluso a quitarles la vida (…) Tratándose de temas tan delicados el Estado no se puede meter en la cama de las personas ni decidir, ni intervenir, tiene que ofertar todas las alternativas y cada cual decidir. Estamos viviendo una verdadera regresión oscurantista (…) Somos uno de los cinco países en el mundo que no tenemos ley de aborto terapéutico. La teníamos pero fue derogada por un asesino. A nombre de la defensa de la vida un asesino que fue Augusto Pinochet derogó el aborto terapéutico, eso es una contradicción, porque la ley databa de 1931 y ratificada en 1965», concluyó el senador Girardi.
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