El Índice de Percepción del Consumidor (IpeCo) registró un alza de 5,9 puntos en febrero, situándose en 135,4 puntos.
Estos resultados – que elabora mensualmente el Centro de Estudios de Economía y Negocios (CEEN), de la Universidad del Desarrollo (UDD), en conjunto con Mall Plaza – revierten en parte la tendencia a la baja que se ha presentado desde agosto de 2011, puesto que al comparar con igual mes del año pasado se observa una variación positiva de 1,1 puntos.
El alza se explicó por el subíndice coyuntural que subió 24,2 puntos, alcanzando los 193,5, mientras que el subíndice de expectativas retrocedió 0,8 puntos, hasta 114,6.
Para entender el incremento en el Índice Coyuntural, «se debe observar qué sucedió con las variables que lo componen, es decir, desempleo actual y situación económica actual. En particular, la primera pregunta muestra una mejora en la percepción ya que los pesimistas retroceden 6,2 puntos porcentuales y los optimistas aumentan 8,2. De esta manera, los optimistas más que doblan en porcentaje a los pesimistas en esta pregunta (42,7% y 17,2% respectivamente)».
Con respecto a la situación económica actual, en febrero la dirección de las variaciones también se mantiene positiva, ya que se observó una menor proporción de pesimistas (12,4 versus 15,3% en enero), y una mayor proporción de optimistas (35,4 contra 31,9% en enero).
Al comparar con febrero de 2011, el subíndice Coyuntural es 30 puntos mayor a lo observado en febrero de 2011.
Con respecto al Índice de Expectativas, que es el que pondera las variables de percepción acerca de la situación económica, desempleo e ingreso familiar, contempladas en un horizonte de 12 meses al futuro, prácticamente se mantiene sin variación, y continúan comparándose negativamente con igual mes del año anterior. La situación económica futura es la única en que los resultados se comparan favorables respecto al mes anterior, ya que los pesimistas prácticamente se mantienen, y los optimistas aumentan 5,5 puntos.
En relación al desempleo futuro, aumentan tanto optimistas (de 18,6 a 20,3%) como pesimistas (de 36,6 a 37,7%), dominando en este caso el efecto positivo.
Por último, con respecto al ingreso familiar futuro, los resultados se muestran desfavorables, puesto que por un lado los pesimistas aumentan un punto porcentual (de 8 a 9%) y por otro los optimistas disminuyen 5,8 puntos porcentuales (de 56,6 a 53,8%).
Situación por estratos
Al observar las variables coyunturales y de expectativas, según los estratos socioeconómicos, destaca que el segmento ABC1 sigue siendo el más optimista en términos absolutos, con niveles de confianza levemente mayores a los del mes de enero. Los demás estratos también presentan avances con respecto al mes anterior, excepto el estrato C3 que cae. Los aumentos en los niveles de optimismo se deben principalmente a mejoras en la pregunta sobre la situación económica actual del índice coyuntural.
En la percepción acerca de la situación económica actual en este sector, es la única variable en que los optimistas disminuyen (de 52,9 a 49,2%), dominando el efecto positivo (de retroceso de pesimistas). El resto de las preguntas se comparan favorables respecto a enero, puesto que por un lado los optimistas aumentan y por otro los pesimistas retroceden. En cuanto a la magnitud de las variaciones, la que se refiere al desempleo actual y situación económica futura son las que presentan los mayores aumentos, determinado principalmente por el incremento de optimistas.
En el primer caso este aumentó 21,1 puntos, mientras que en el segundo 14,9 puntos porcentuales. Es así como la percepción de la actualidad y expectativas se muestran más favorables que en enero.
El estrato C3 es el único que retrocede este mes. El resultado es determinado esencialmente por las preguntas relacionadas a expectativas, dado que las variables coyunturales aumentan respecto a enero. Destaca entonces un empeoramiento en las preguntas sobre situación económica, desempleo e ingresos futuros, en que los optimistas prácticamente se mantienen, y los pesimistas aumentan 2,2, 8,6 y 4,1 puntos porcentuales respectivamente.
En los estratos D y E, la confianza en general aumentó con respecto al mes anterior, a pesar de que los optimistas retrocedan en las preguntas sobre situación económica e ingresos futuros cerca de 4 y 22 puntos porcentuales respectivamente. En el estrato D es la percepción coyuntural la que hace avanzar el índice, puesto que los pesimistas retroceden cerca de 15 puntos porcentuales en ambas preguntas. Por otro lado, el estrato E, el desempleo futuro es la variable que determina el resultado positivo, ya que los optimistas aumentan 16,2 puntos porcentuales (de 11,1 a 27,3%) y los pesimistas caen 17,2 puntos (de 44,4 a 27,3%).
Consumidores de regiones
La región Metropolitana se muestra más optimista en general, pero las variables que componen el índice de expectativas muestran resultados mixtos, ya que por un lado, empeora la percepción acerca de los ingresos futuros y por otro, mejora la que se refiere al desempleo futuro, dominando también el aumento del optimismo en el caso de la situación económica futura.
La región del Biobío muestra un avance respecto al mes anterior de 15,7 puntos, lo que se explica principalmente por una mejora en la confianza en las variables coyunturales (puesto que las de expectativas retroceden aunque levemente). Estas variaciones son inclusive mayores en magnitud a las observadas en la región Metropolitana, porque en esta última, los pesimistas caen 7 puntos en la pregunta sobre desempleo actual, mientras que en la región del Bio Bio lo hacen 10 puntos porcentuales. En cuanto a las expectativas, el índice de la región prácticamente se mantiene, alcanzando los 127,8 puntos.
La Serena, es la única región que en febrero retrocede tanto el índice Coyuntural como el de Expectativas (36,1 y 51,8 puntos respectivamente), siendo más pronunciadas las caídas en las variables de expectativas.
La Región de Antofagasta, al igual que la Octava Región, avanza en el Índice Coyuntural, pero retrocede en el de expectativas, dominando el efecto positivo, aunque en el margen, ya que es la región que menos aumenta.
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