El senador Hernán Larraín (UDI) manifestó este martes su preocupación por la renuncia de Rodrigo Álvarez al cargo de ministro de Energía, expresando que «lo ocurrido con él es un acto de una tremenda injusticia política».
El parlamentario expresó su solidaridad con Álvarez, destacando su gestión a cargo de la cartera, y aseveró que «por la forma en cómo ocurrieron las cosas, su renuncia es un acto de dignidad y por eso que yo lo valoro, sintiéndolo mucho por él y por el Gobierno, pero lo valoro, porque actos de esta naturaleza no los hace cualquiera».
El legislador dijo además que «cuando se trabaja en equipo no se deja a nadie abandonado, no se deja a nadie atrás, y cuando se llegó a una solución (en el marco del conflicto en la región de Aysén), a Rodrigo Álvarez lo dejaron atrás, eso no se hace y por eso su renuncia es un acto de dignidad política».
Igualmente, dijo que si el ex secretario de Estado «hubiese tenido las autorizaciones para llegar al acuerdo al que se llegó el viernes, este problema se habría resuelto hace tres semanas, pero esa es la vida, no se lo dieron y cuando llegaron a la solución, no lo incluyeron. Por eso mismo su renuncia es un acto que yo comprendo, pero que lamento».
Consultado respecto de las responsabilidades en estos hechos, el senador por el Maule Sur, dijo que si bien no cuenta con antecedentes para personificar responsabilidades, «creo que estos hechos tienen que ver con el equipo político del Gobierno, con autoridades de La Moneda, aquí obviamente es una cuestión de nuevo de la conducción política del Gobierno».
Además, dijo que «aquí hay un equipo que ha actuado de esta manera, que excluyó en su momento, en un momento clave en la solución, después de haber dado la cara, a Rodrigo Álvarez y eso a mí me parece que no se hace. Y cuando estas cosas ocurren, la dignidad obliga a tomar decisiones duras. En general la gente es apernada en los cargos, pero los verdaderos servidores públicos saben que hay momentos en que por dignidad hay que renunciar».
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