Durante su proclamación oficial por parte de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, la abanderada de la Nueva Mayoría Michelle Bachelet, hizo mención a los problemas suscitados en la realización del Censo 2012, manifestando que «debemos poner nuestras energías para que el país supere lo antes posible esta grave crisis y restablecer las necesarias confianzas en las instituciones y en las estadísticas que siempre prestigiaron a nuestro país».
Al recibir el apoyo de cientos de militantes y consejeros de la DC, en el encuentro realizado en el salón de honor del Congreso Nacional en Valparaíso, la ex mandataria agradeció el apoyo de la colectividad de la flecha roja, haciendo especial mención a la presencia del ex abanderado de la DC, Claudio Orrego, con quien dijo demostraron que en política se pueden debatir ideas con altura de miras, pero también «con amistad cívica y con gran cariño como nos tenemos». Palabras especiales tuvo también hacia el senador Mariano Ruiz Esquide, quien hizo su primera aparición pública en la junta en Valparaíso, luego de ser operado en junio pasado, tras sufrir un infarto.
La candidata de la Nueva Mayoría destacó que desde sus inicios la Democracia Cristiana ha estado ligada a las grandes transformaciones de Chile, y destacó que «hoy más que nunca debemos ser capaces de esta generosidad, de este trabajo articulado, de amistad cívica porque Chile necesita iniciar un nuevo tiempo que pueda aunar políticos, independientes, ciudadanos, el Chile de todos, es el tiempo de una Nueva Mayoría frente al nuevo ciclo político, social y económico que enfrentamos».
«Este no es el proyecto de una sola candidata, no es el proyecto tampoco de un solo gobierno, o de un conglomerado político, es el proyecto de un país entero que espera y exija que hagamos cambios contundentes para mejorar su vida y su destino», señaló.
Recordó que tal como se hizo 25 años atrás para recuperar la democracia, hoy se deben priorizar aquellas materias que nos unen y son fundamentales para las personas y en ese sentido destacó la diversidad dentro del conglomerado, la que dijo «es parte de nuestra riqueza y de nuestra misión democrática».
Agregó que tienen una «misión ineludible con el país y con la gente», en torno a realizar las reformas estructurales imprescindibles para lograr un país más humano, justo y solidario».
Reiteró en esta temática que Chile merece una educación de calidad que otorgue gratuidad e integre a las personas en vez de segregarlas «y que no lucre con los recursos de todos los chilenos», acotó.
Junto con ello, reiteró que Chile requiere una reforma tributaria que genere de manera permanente los recursos para financiar la reforma educativa y en otros ámbitos que se requieren «pero sobre todo una reforma tributaria donde la carga impositiva esté mejor repartida, y que quien tiene más contribuya como corresponde».
A eso sumó, el requerimiento de una nueva Constitución, representativa y sin trabas autoritarias, que consagre los derechos de los chilenos y sea el fundamento de una mejor política.
Mejor atención de salud, respeto derechos laborales, tiempo para compartir con sus familias, y ciudades más seguras y que aporte más recreación y cultura.
Para estos cambios dijo que «estamos llamados a hacer política de la mayor estatura» y tras eso mencionó, que la buena política no puede ser una consigna sino una realidad, y luego mencionó la «ausencia que Chile tiene de estadísticas confiables a partir de la mala experiencia del Censo realizado el año 2012».
Al respecto, Bachelet mencionó que «problemas como los detectados por la comisión de los expertos independientes, representan un duro golpe para el país y para la aplicación de políticas públicas en beneficio de las personas» y por ello planteó que «como líderes políticos debemos poner nuestras energías para que el país supere lo antes posible esta grave crisis y restablecer las necesarias confianzas en las instituciones y en las estadísticas que siempre prestigiaron a nuestro país».
Especial énfasis puso en el hecho que existe en el país «una nueva ciudadanía» que nos exige que la oigamos y le demos garantías, «no un giro a la izquierda o a la derecha, nos exige un giro ciudadano, colocar a las personas en el centro de las políticas».
Como desafíos planteó que «debemos hacer nuestra política más cercana, comprometernos no solo con cambios formales», porque la Nueva Mayoría debe representar también una nueva forma de gobernar, insistió.
«Ante este momento histórico podemos desde un mismo proyecto generar las transformaciones para Chile con gobernabilidad», manifestó y «si hoy estoy aquí frente a ustedes es porque creo que este es un desafío complejo pero también creo es un desafío hermoso, del cual todos juntos podemos hacernos cargo y hacerlo realidad».
Bachelet recordó las palabras de Bernardo Leighton, «en lo esencial unidad, en lo secundario libertad y siempre fraternidad y respeto» y tras eso dijo que así como el presidente de la Democracia Cristiana mencionó que «aquí están los democratacristianos» apoyando a la candidata de la Nueva Mayoría, la candidata aseguró a los militantes DC que «ustedes pueden contar conmigo y yo se que voy a contar con ustedes».
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