El asesor de Política Social, del Programa Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Osvaldo Larragaña, uno de los integrantes de la Comisión Externa del INE que revisó el Censo 2012 y detectó una serie de problemas, aclaró ante la comisión de la Cámara de Diputados que no se les informó que se pediría una segunda opinión tras la entrega de su informe.
Ante los cuestionamientos que han surgido al trabajo de la Comisión que revisó el Censo 2012, Larragaña señaló ante los diputados que integran la Comisión que investiga el funcionamiento del INE que ellos fueron invitados por el actual director del servicio, Juan Eduardo Coeymans, a participar de la comisión, ocasión en la que aclaró que «nunca él nos planteó y tuvimos varias reuniones con él, que él dudaba de nuestra competencia o expertise en un campo específico».
Larragaña precisó que un proceso censal tiene muchas aristas, por lo que es difícil que una sola persona sea experta en todos los aspectos. «Entre nosotros cuatro, más Magda Ruiz, nos complementamos y, más o menos, tener las competencias del caso, pero nuevamente no es que nosotros nos hayamos ‘autoconvocado'», señaló.
Con posterioridad, agregó que Ruiz es asesora en Latinoamérica de Naciones Unidas en materia de demografía y asesora a los países en materia de Censo, «por lo que ella sí tiene expertise específica en Censo y nosotros complementamos en materia de estadística, cuestionarios y otros, dijo Larragaña».
El asesor del PNUD aclaró también que «al inicio del trabajo el director (Coeymans) expresó su intención de contar también pero simultáneamente a la comisión, de un consultor internacional, posiblemente de la oficina de Censo de Estados Unidos, pero eso nunca se concretó y nunca nos dijo a nosotros en todo caso, que él iba a pedir una segunda opinión una vez que nosotros entregáramos nuestro informe. Eso lo dijo a las horas después que nosotros entregamos nuestro informe», sentenció.
David Bravo, director del Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), agregó respecto de las cuestionamientos que se han hecho a la experticia que tendría el equipo en materia de Censo, que «fuimos nombrados por el director del INE, hicimos el mejor trabajo posible, le dedicamos aproximadamente tres días a la semana, durante tres meses, es algo así como 1.600 horas todos juntos, tiempo que tuvimos que sacar de nuestras actividades».
«Lo hicimos con mucho sentido patriótico, de querer aportar en esta discusión, lo hizo cada uno en conciencia porque entendemos la gravedad de lo que está en juego, por lo tanto, es evidente que no nos resulta cómodo los ataques o denostaciones que se puedan hacer a nivel individual, pero entendemos que puede ser parte de este tipo de funciones», precisó.
Respecto de las diferencias que han surgido en torno a la cifra de omisión de las personas censadas, que la comisión externa cifró en 9,3%; Larragaña insistió que «el 9,3% es una buena estimación. No sé de dónde saca Juan Eduardo Coeymans el 6,1%, tampoco se de dónde saca Labbé el 3,1%».
El profesional aclaró que la comisión calculó esa cifra en base a los 15,8 millones efectivamente censados versus, los 17,4 millones proyectados, provenientes de la línea base del Censo 2002.
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